¿QUÉ ES UNA ESCUELA ESOTÉRICA?
Auto Biografía
Inconclusa.
Recopilación
exclusivamente sin fines de lucro para las Adicciones.
Alice A. Bailey.
¿QUÉ ES UNA ESCUELA ESOTÉRICA?
Existen en la actualidad muchas escuelas supuestamente esotéricas que son relativamente modernas y se establecieron durante los últimos sesenta años. No me refiero a esa Escuela Esotérica que siempre ha existido y está presente en todas partes del mundo. No posee un nombre determinado, tampoco está representada por organización exotérica alguna ni tiene directores. Esta única y verdadera escuela ha llenado siempre la necesidad de esos buscadores que —a través de las épocas— han solicitado ser admitidos en los misterios, y lo han logrado después de cumplir con los requisitos. Me refiero, en cambio, a las innumerables escuelas místicas, metafísicas, teosóficas, rosacruces y a las órdenes ocultas que existen en todas partes. Tales organizaciones están compuestas por personas que poseen una devota intención espiritual, animadas por grandes aspiraciones, reunidas alrededor de un instructor y de ciertas enseñanzas. El instructor imparte su interpretación personal de la enseñanza académica ocultista y acentúa la necesidad de hollar el sendero y lograr la pureza y formación del carácter, adoptando por lo general la posición de única y máxima autoridad.
Esta etapa, en la historia del esoterismo, ha sido un buen trabajo de preparación, porque presentó al público la naturaleza de la doctrina secreta, la enseñanza esotérica y el gobierno interno del mundo. La realidad de la existencia de los Maestros de Sabiduría —que trabajan con la Jerarquía planetaria bajo la dirección de Cristo— ha sido ampliamente difundida, ya sea en términos de la teosofía ortodoxa y de las conjeturas metafísicas hindúes, o bajo la terminología cristiana. Ya se ha impartido mucho conocimiento. El complicado proceso de la creación divina y la consiguiente manifestación de Dios, constituye un gran estímulo para el desenvolvimiento mental, pero con frecuencia trae muy poca comprensión. Las escuelas esotéricas se ocupan de desarrollar la comprensión.
Han difundido últimamente ciertas reglas elementales destinadas, primeramente, a purificar la naturaleza emocional o de deseos; han tratado extensamente cuestiones como la diversidad de planos, los fuegos creadores y la diferenciación de la sustancia, así como también los diversos septenarios que condicionan la vida, la conciencia y la forma. Nada de esto es enseñanza esotérica. Han enseñado devoción a los Maestros, pero presentándolos en forma inadecuada.
Expresan que tales Maestros se interesan especialmente por el instructor del grupo, y a los amigos personales del instructor con frecuencia se les dice que el Maestro los ha aceptado en el circulo interno de sus discípulos. Dentro de estos grupos se erige, casi sin excepción, un círculo íntimo de adherentes, devotos del instructor, quienes obedecen ciegamente a él y a los supuestos mandatos del Maestro, trasmitidos por su intermedio, violando así la ley oculta de que un Maestro no debe dar órdenes ni esperar obediencia. Por lo general los grupos esotéricos son hoy organizaciones herméticas, con miembros seleccionados; fomentan un malsano sentido de misterio y presentan únicamente a medias esas verdades, que sirven sólo al propósito de testimoniar la existencia de lo real.
Por lo tanto, no existe hasta ahora una verdadera escuela esotérica. Su formación es todavía una esperanza —esperanza que ha llegado a la etapa en que puede hacerse la debida preparación para su establecimiento.
Lo antedicho no constituye en manera alguna una condenación al servicio lealmente prestado, pero sin inspiración. Los estudiantes deben saber que las escuelas con las cuales estén familiarizados son de carácter preparatorio únicamente, adoleciendo de muchas fallas, basadas en la flaqueza o fortaleza de los instructores que las fundaron; en consecuencia, prepondera el énfasis sobre la personalidad, la demanda de lealtad y la errónea interpretación y aplicación de la enseñanza. No obstante ello, han sido jalones útiles para el futuro.
En verdad, no ha llegado aún el momento para establecer verdaderas escuelas esotéricas. La humanidad no está preparada. Sin embargo, en la actualidad, hay bastantes personas inteligentes que justifican la formación de escuelas más avanzadas de entrenamiento, las cuales sentarán las bases para las escuelas futuras, que irán apareciendo de acuerdo con la Ley de Evolución. Las escuelas esotéricas no son una excepción en el proceso evolutivo, y aparecen siempre en respuesta a la demanda del género humano y cuando su desarrollo mental lo requiere. En los próximos setenta años se fundarán las nuevas escuelas.
Las actuales deben empezar a renovarse, abandonar lo no esencial y aislar las verdades real-mente esotéricas, para tener una clara visión del objetivo del entrenamiento esotérico, lo cual aún no se ha hecho. Debe conocerse la disciplina a que se someterá el neófito en el futuro, y también impartirse las técnicas correctas; todo ello será elevado a un nivel superior al alcanzado en el presente. La enseñanza tiene que independizarse de su actual tendencia teológica y pronunciamiento autocráticos. Las numerosas escuelas ocultistas internas y diversas secciones esotéricas, han sido desgraciadamente culpables de los pronunciamientos dogmáticos.
Más adelante aparecerán instructores que tendrán una verdadera comprensión de la naturaleza espiritual de la autoridad, la cual no se basará en pretensiones ni en el misterio, sino en una vida vivida de acuerdo con los ideales más elevados y en la presentación de una enseñanza que evocará el respeto y la respuesta intuitiva del discípulo. El instructor del futuro señalará simplemente el camino, lo recorrerá con el discípulo y destacará las antiguas reglas, pero con una nueva interpretación, y no (corno sucede con frecuencia) colocándose entre el grupo y la luz, o entre el aspirante y el Maestro.
Estas escuelas preparatorias ya están en proceso de formación, y la fundación de la Escuela Arcana, en 1923, fue parte de este esfuerzo espiritual. A principios del próximo siglo surgirá, de dichas escuelas, la primera verdadera Escuela de Iniciación.
Hasta la fecha, las llamadas escuelas esotéricas se ocuparon de los aspirantes que están en el sendero de probación o purificación. Las que ahora se forman, como la Escuela Arcana, se ocupan de entrenar discípulos y prepararlos para hollar el sendero del discipulado y, en fecha posterior, ponerlos en contacto directo con los Maestros. Las nuevas escuelas que se establezcan en el próximo siglo admitirán y prepararán discípulos para hollar el sendero de la iniciación.
Tenemos así un esfuerzo unificado y gradual del cual son
responsables los Maestros. Las escuelas que ahora están en formación para
entrenar discípulos son de carácter intermedio y tienen por objeto establecer
un puente entre las escuelas esotéricas del pasado y las verdaderas escuelas
que aparecerán más adelante, lo cual podría resumirse así:
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