Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2024

Libro Cuarto.

Imagen
Material compilado únicamente para las Adicciones sin fines de Lucro. La Luz de Asia. Edwin Arnold. Libro Cuarto. Pero cuando transcurrieron los días partió nuestro Señor —como debía suceder—,  y hubo gemidos en la casa dorada, el Rey estaba desolado y afligido todo el país, pero se  llevó a cabo también la liberación de todos los seres, y esta Ley que liberta a cuantos la escuchan.  La noche india se extendía dulcemente en las llanuras, en la época de luna llena,  en el mes de Tchaitra Shud60, cuando enrojecen los manglares, y los asokas61 perfuman la  brisa, y se acerca el día en que se conmemora el aniversario del nacimiento de Rama, y son  felices todos los campos y las ciudades. Caía dulcemente esa noche sobre Vishramvan, embalsamada  de flores, sembradas de estrellas sin cuento y refrescada por las brisas que venían  de las nevadas cimas del Himalaya; porque la luna apareció tras los picachos del Este,  subió por la bóveda estre...

Libro Tercero.

Imagen
Material compilado únicamente para las Adicciones sin fines de Lucro. La Luz de Asia. Edwin Arnold.   Libro Tercero. Nuestro Señor Buda descansaba en esta apacible morada de vida feliz y de amor,  sin saber nada de la necesidad, del dolor, de la melancolía, de la vejez, y de la muerte; sin  embargo, así como al dormir vaga uno en sueños por mares obscuros, y llega, extenuado, a  las riberas del día, trayendo extraños recuerdos de este viaje sombrío, así también mientras  descansaba su graciosa cabeza adormecida en el pecho moreno de Yasodhara, cuyas manos  amantes abanicaban dulcemente sus párpados cerrados, se levantaba repentinamente gritando:  “¡Mi universo!, ¡oh universo! ¡escucho! ¡sé! ¡voy!” Y ella le preguntaba: “¿Qué tenéis  mi Señor?”, con los ojos dilatados por el terror; porque en esos momentos la compasión  que expresaba la mirada del Príncipe inspiraba temor, y su rostro se asemejaba al de un  dios. Entonces sonreía de...