Curación Esotérica para las Adicciones.
Curación Esotérica
Por el Maestro
Tibetano Djwhal Khul
(Alice A. Bailey)
Adaptada como <sugerencia>
para el tratamiento de las Adicciones.
Curación Esotérica
para las Adicciones I.
En ningún momento se pretende apropiar de los derechos
de autor ni mucho menos expropiarse de material del libro, lo único que
pretendemos es dar a conocer esta <posible> alternativa en el tratamiento
de las Adicciones; damos a conocer al <enfermo> en las adicciones la
<causa> de su enfermedad y su [posible] tratamiento de acuerdo a su
evolución.
Todo lo escrito es del libro Curación Esotérica Alice A.
Bailey. Anhelando el poder hacer <mucho> para esta terrible enfermedad
que pareciera no tener <cura> y solución; dejamos al lector a su Libre
Albedrío para su opinión y consulta.
Para mayores informes. www.lucis.org
INTRODUCCIÓN
El tema de la
curación es tan antiguo como las mismas edades y ha sido siempre materia de
investigación y de experimentación. Pero el correcto empleo de las fuerzas de
curación y de la facultad de curar está en su infancia. Solo en esta era y
generación, es posible, por fin, impartir las leyes de la curación magnética e
indicar las causas de la enfermedad –originadas en los tres cuerpos internos-
que hoy devastan la estructura humana, causan un sinfín de sufrimiento y dolor,
y hacen que el hombre atraviese el portal que conduce al mundo de la existencia
incorpórea. Recién ahora el hombre ha llegado a un grado de evolución de su
conciencia en que puede comenzar a comprender el poder de los mundos subjetivos
y la nueva y vasta ciencia de la psicología es su respuesta a este creciente
interés. Los procesos de adaptación, eliminación y curación constituyen la
preocupación de las personas que piensan y sufren. Tenemos mucho que hacer, por
lo tanto les pido que tengan paciencia.
Cuando entramos en el reino de la curación, penetramos
en un mundo de gran conocimiento esotérico y de infinidad de conclusiones, y
enfrentamos las formulaciones de innumerables mentes, que en el transcurso de
las épocas han tratado de curar y ayudar. El por qué y el motivo de las
enfermedades ha sido tema de un sinfín de investigaciones y especulaciones y se
han efectuado incontables deducciones categóricas respecto a la cura de tales
dolencias. También se han formulado innumerables métodos, técnicas, fórmulas,
prescripciones, variedad de manipulaciones y
teorías. Todo esto sirve para colmar la mente de ideas –unas correctas,
otras erróneas- lo cual dificulta la entrada de nuevas ideas y la asimilación,
por parte de los estudiosos, de lo hasta ahora desconocido.
Los aspirantes pierden valiosos conocimientos si
rehúsan abandonar lo que la mente inferior estima. Cuando han logrado abrir su
mente y estén dispuestos aceptar las nuevas teorías e hipótesis, descubrirán
que las antiguas y estimadas verdades, realmente no se pierden, sino que son relegadas
a su debido lugar en un esquema mayor.
Los iniciados de la Sabiduría Eterna son
necesariamente sanadores, aunque quizás no todos curen el cuerpo físico. La
razón de ello es que todas las almas que
han logrado cierta medida de verdadera liberación son transmisoras de energía
espiritual. Esto, automáticamente, afecta algún aspecto del mecanismo utilizado
por las almas con quienes entran en contacto. Cuando empleo la palabra
mecanismo en estas instrucciones, me refiero a los diferentes aspectos del
instrumento, el cuerpo o naturaleza forma, a través del cual las almas procuran
manifestarse, por lo tanto me refiero a:
1. El
cuerpo físico denso, suma total de todos los organismos que lo componen; éstos
realizan las distintas funciones que permiten al alma expresarse en el plano
físico u objetivo, como parte de un organismo mayor, más grande e incluyente.
El cuerpo físico es el mecanismo de respuesta del hombre interno espiritual, y
sirve para poner esta entidad espiritual en armonía con el mecanismo de
respuesta del Logos planetario, esa Vida en la cual vivimos, nos movemos y
tenemos nuestro ser.
2. El
cuerpo etérico, tiene un fundamental objetivo, que consiste en vitalizar y
energetizar al cuerpo físico y así integrarlo al cuerpo de energía de la Tierra
y del sistema solar. Es una red de corrientes de energía, de líneas de fuerza y
de luz. Constituyó parte de la vasta red de energías que subyace en todas las
formas, grandes o pequeñas -micro o macro cósmicas. A través de estas líneas de
energía fluyen las fuerzas cósmicas, así como la sangre corre a través de las
venas y arterias. Esta constante circulación individual (humana, planetaria y
solar) de fuerza de vida a través del cuerpo etérico de todas las formas, es la
base de toda vida manifestada y la expresión de la esencial no separatividad de
cada vida.
3. El
cuerpo astral o de deseos (a veces denominado cuerpo emocional) es el efecto producido
por la interacción del deseo y de la respuesta sensible sobre el yo que se
halla en el centro, y el efecto resultante (en dicho cuerpo) se experimenta
como emoción, dolor, placer y todos los pares de opuestos. En ambos cuerpos, el
cuerpo etérico y el astral, reside el noventa por ciento de las causas de las
enfermedades y dolencias físicas.
4. El
cuerpo mental, o esa cantidad de sustancia mental o chitta, que la unidad
humana individual puede utilizar e impresionar, constituye el cuarto mecanismo
de la serie, a disposición del alma. Recordemos también que los cuatro cuerpos
constituyen un solo mecanismo. El cinco por ciento de las enfermedades modernas
se originan en este cuerpo u estado de conciencia; quiero aclarar aquí que lo
que reiteran constantemente ciertas escuelas de curadores, de que la mente es
la causa de todas las enfermedades, aún no es un hecho comprobado. Dentro de un
millón de años, cuando la atención humana cambie su enfoque de la naturaleza emocional a la mental, y
cuando el hombre sea tan esencialmente mental como hoy es esencialmente emocional,
entonces las causas de las enfermedades deberán buscarse en el reino de la
mente. Hoy pueden atribuirse, excepto en pocos y raros casos, a la falta de
vitalidad o al excesivo estímulo, y a las esferas del sentimiento, de los
deseos (frustrados o excesivamente satisfechos) y también al carácter, a la
supresión o expresión de anhelos profundamente arraigados, a la irritabilidad,
placeres secretos y muchos impulsos ocultos, que emanan de la vida de deseo del
sujeto.
Este anhelo de ser y poseer, ha construido y está
construyendo el mecanismo físico externo de respuesta, y hoy está forzando a
ese mecanismo, que fue construido expresamente para fines físicos, a servir
propósitos más subjetivos. Esto produce dificultades, y sólo cuando el hombre
comprenda que dentro de la envoltura física externa existen otros cuerpos que
responden a propósitos más sutiles, entonces veremos el gradual reajuste y la
salud del cuerpo físico. De estas sutiles envolturas nos ocuparemos más adelante.
Naturalmente se preguntarán aquí: Qué plan general
seguiré a medida que los instruyo sobre las leyes de curación, esas leyes que
guían a los iniciados y gradualmente reemplazarán a los métodos físicos del
actual arte de curar. Lógicamente querrán conocer la técnica especial que -como
curadores- deben aprender a aplicar tanto ustedes corno los que tratan de
curar. Delinearé brevemente la enseñanza que impartiré; señalaré dónde deben
poner el énfasis, cuando comiencen a estudiar este tópico.
Primero, me ocuparé de las causas de las enfermedades,
porque el estudiante esotérico siempre ha de comenzar en el mundo de los
orígenes y no en el mundo de los efectos.
Segundo, elaboraré los siete métodos de curación que
rigen el “trabajo de restitución” (denominado así en la terminología esotérica)
tal como lo practican los iniciados del mundo. Estos métodos determinan las
técnicas que deben ser empleadas. Se observará que tales métodos y técnicas
están condicionados por los rayos, (sobre los cuales ya he escrito) * y por lo
tanto el curador debe considerar no sólo el rayo a que pertenece, sino también
el rayo del paciente. Existen en consecuencia siete técnicas de rayo y éstas
requieren una elucidación antes de poder aplicarlas inteligentemente.
Tercero, pondré el énfasis sobre la curación
psicológica y la necesidad de tratar al paciente de acuerdo a su vida interna,
porque la ley básica que fundamenta toda curación ocultista puede decirse que
es la siguiente:
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