Períodos de Crisis.

                                                                                        



                                                      PERÍODOS DE CRISIS.

Psicología Esotérica T. II
Alice A. Bailey.    

Así como hay cinco períodos de crisis en la vida del hombre cuando se esfuerza por alcanzar la culminación de la iniciación (denominados las cinco iniciaciones), existen cinco períodos similares de crisis en el proceso de tomar forma en los tres mundos; tres son de mayor importancia: el primero, el tercero y el quinto. Cuando un alma (hablando también simbólicamente), actuando bajo el impulso divino, encarna y se somete a la experiencia racial a fin de desarrollar ciertas cualidades manifestadas, se producen también cinco períodos de crisis. Hablo aquí en términos de la humanidad como un todo, a medida que el género humano expresa lo que llamamos "estado humano de conciencia. No me refiero al alma individual, si puedo emplear este inadecuado término. Estos cinco períodos de crisis señalan la trasferencia de la vida del alma de una raza a otra. Cada vez que esto sucede se produce un desarrollo racial y la raza se apropia, más o menos conscientemente, de otro vehículo de expresión. La clasificación dada a continuación demuestra las apropiaciones que caracterizan a las cinco crisis raciales.

1.       En la civilización Lemuriana     la apropiación del cuerpo físico y sus cinco sentidos.

2.      En la civilización Atlante                       la apropiación del cuerpo astral.

3.      En la actual raza Ariana             la apropiación del cuerpo mental y el desarrollo                                                                 intelectual consiguiente.

4.      En la raza futura                          la apropiación e integración conscientes de la triple                                                                      personalidad.

5.      En la última raza                         la expresión, en toda su plenitud, del alma y sus                                                           vehículos, y cierta medida de manifestación                                                                            espiritual

Tenemos aquí por lo tanto cinco períodos de crisis en la vida del individuo conjuntamente con la totalidad; la primera etapa (llamada de individualización) tuvo lugar en Lemuria; la tercera etapa acontece en nuestra raza, y una etapa final tendrá lugar al fin de la era. Estas etapas transcurren durante un período de tiempo tan extenso y están tan estrechamente interrelacionadas que cada etapa y cada período permiten realizar el siguiente y, únicamente, las mentalidades analíticas ven o tratan de ver la diferencia que existe. El reflejo de esta quíntuple experiencia en la vida individual se efectúa en el siguiente orden, durante la vida del aspirante común inteligente, que responde a, y saca provecho de la civilización y la educación de la época actual:

               (7 años.)
1.       La apropiación de la envoltura física. Tiene lugar entre los cuatro y los siete años, cuando el alma que hasta ese momento había influido, toma posesión del vehículo físico.

(14 años.)
2.      Una crisis durante la adolescencia, en la que el alma se apropia del vehículo astral. La gente no reconoce esta crisis y sólo el psicólogo común la percibe tenuemente debido a las momentáneas anormalidades que presenta, el cual no reconoce la causa sino únicamente los efectos.

(21-28 años.)
3.      Una crisis similar ocurre entre los veintiuno y los veinticinco años, en que el alma se apropia del vehículo mental; entonces el hombre común debería empezar a responder a las influencias egoicas, y en el caso del hombre evolucionado frecuentemente lo hace.

(35-42 años.)
4.      Una crisis entre los treinta y cinco y los cuarenta y dos años, en que se establece el contacto consciente con el alma; entonces la triple personalidad comienza a responder como unidad, al impulso del alma.

(49-56-63-70-77 años)
5.      Durante los restantes años de vida debería establecerse una acrecentada y fuerte relación entre el alma y sus vehículos, lo cual conduce a otra crisis entre los cincuenta y seis y los sesenta y tres años. De esa crisis dependerá la futura utilidad de la persona, de si el ego continuará utilizando los vehículos hasta la vejez, o si tendrá lugar un retiro gradual de la entidad que mora internamente.

En el transcurso de las épocas, han habido muchos ciclos de crisis durante la historia de la vida de un alma, pero estas cinco crisis mayores pueden ser delineadas con claridad desde el punto de vista de la visión superior.

Una de las formas en que la historia de la vida de un alma es registrada en los archivos de los Maestros (en el experimento planetario actual), se hace por medio de gráficos -que demuestran las crisis racial e individual. A veces, a los aspirantes más avanzados, se les registra hasta las crisis fisiológicas de importancia.

La historia completa de las relaciones del alma con sus diversos vehículos de expresión en los tres mundos, es la historia de los diversos tipos de energía que se relacionan magnéticamente entre sí y están momentáneamente subordinados a los distintos aspectos de la fuerza, con el fin de producir esos campos de actividad magnética en los cuales pueden establecerse determinados y necesarios grados de vibración. Desde el ángulo de los iniciados de la Sabiduría Eterna, la historia del hombre, el aspirante, es la historia de su respuesta a las energías aplicadas, o su rechazo a ellas. El hecho de que la interacción entre los diversos tipos de energía dé por resultado la formación de esos agregados o condensación de fuerzas que denominamos cuerpos, envolturas o vehículos (materiales o inmateriales), es incidental a la principal cuestión, la del desarrollo de una consciente respuesta a la vida de Dios.

Hablando en sentido figurado, pequeñas unidades de energía son impelidas a hacer contacto con grandes campos de fuerza denominados planos. Según la intensidad del impacto (que está determinado -hablando simbólicamente- por el poder de la voluntad originadora, la seudo edad del alma, el poder de la actividad grupal y el karma planetario o grupal), así será la respuesta entre la unidad de energía y el campo con el que se ha hecho contacto y, análogamente, la calidad y la actividad vibratoria de los átomos de materia atraídos y agrupados.

De esta manera, éstos constituirán una forma temporaria que puede verse exteriorizada y ser relativamente tangible y actuar como modo o medio para que el alma pueda ponerse en contacto con formas y expresiones superiores de vida divina. Cuanto más intrincada es la organización de la forma y más complejo y perfecto el mecanismo de respuesta, con mayor claridad se definirá la edad del alma; la perfecta intención o el poder de su voluntad no estará entonces tan sujeto a las limitaciones kármicas del vehículo condicionante no desarrollado.

El Rayo de la Personalidad.

INTRODUCCIÓN

Al iniciar este nuevo capítulo de nuestro estudio, consideraremos al hombre tal como es, en la mayoría de los casos, en el plano físico. Haciendo una amplia generalización, podría decirse que los seres humanos se agrupan en cuatro clases:

1.       Los pocos que se hallan bajo la influencia de sus almas, o los que rápidamente están llegando a ser susceptibles a tal influencia.

2.      Las personalidades, de las cuales hay muchas en la actualidad.

3.      Las innumerables personas que están despertando la conciencia mental.

4.      La gran masa humana, constituida por esos seres humanos que aún no han despertado y constituyen la mayor parte de los habitantes del mundo.

En cada etapa de la historia humana, lo único que puede ser condicionado por la Gran Logia Blanca en la cualidad de la civilización. A los Miembros de la Logia sólo se les permite trabajar en los aspectos cualitativos que emergen de la naturaleza divina. Esto, a su vez, condiciona lentamente la vida de la forma, y así el aspecto forma se altera y adapta constantemente a medida que avanza hacia una creciente perfección. Este proceso condicionador se desarrolla a través de las almas que reencarnan; pues en la medida que han despertado, o están en proceso de despertar, le es posible a la Jerarquía prevalecer sobre ellas o influenciarlas, para que consideren que el factor tiempo es de suma importancia cuando se aborda el tema de la encarnación.

La generalidad de las almas humanas encarnan obedeciendo al anhelo o deseo de adquirir experiencia, siendo la atracción magnética del plano físico el factor determinante definitivo. Como almas están orientadas hacia la vida terrena. Las almas que despiertan o las que (ocultamente hablando) “vuelven en sí”, vienen a la experiencia de la vida física apenas conscientes de otra atracción superior.

Por consiguiente, no tienen una orientación definida en el plano físico, como la mayoría de sus semejantes. Estas almas, en proceso de despertar, a veces pueden ser influenciadas para retardar o demorar su entrada en la vida física, a fin de condicionar el proceso de la civilización, o para acelerar su entrada en la vida terrena, y estar así disponibles, como agentes, para tal proceso condicionador. Dicho proceso no lo llevan a cabo mediante una actividad determinada e inteligentemente valorada. Sino en forma natural por el simple efecto de vivir en el mundo y lograr los objetivos de su vida. De esta manera condicionan su medio ambiente por medio de la belleza, el poder o la influencia de sus vidas y, con frecuencia, ellas mismas son inconscientes del efecto que producen. Por lo tanto, es evidente que los cambios necesarios en nuestra civilización pueden ser rápidos o lentos, según sea el número de quienes viven como almas en entrenamiento.

Al comenzar el siglo XVIII, después de la reunión de la Jerarquía en la gran Asamblea Centenaria de 1725, se determinó realizar un esfuerzo que ejerciera una influencia más definida sobre el grupo de almas que esperaba encarnar, induciéndolas a apresurar su entrada en la vida del plano físico. Así se hizo, y vino a la existencia la civilización moderna con resultados buenos y malos. La era de la cultura, característica sobresaliente de la era Victoriana, los grandes movimientos que despertaron la conciencia humana para reconocer la libertad esencial, la reacción contra el dogmatismo de la Iglesia, los grandes y maravillosos desarrollos científicos del pasado inmediato y las actuales revoluciones sexuales y proletarias, son el resultado de los impulsos impuestos a las almas para acelerar su encarnación, momento que no había llegado realmente, pero cuya influencia condicionante era necesaria para resolver ciertas dificultades (presentes desde 1525). Los malos efectos mencionados, indican las dificultades incidentales al desarrollo prematuro y el indeseable desenvolvimiento de lo que podría denominarse el mal -no obstante es un término erróneo.

Estas almas entrantes, gracias a su comprensión altamente desarrollada y a su “fuerza de voluntad”, produjeron a menudo trastornos en diversos sentidos. Sin embargo, si pudiéramos observar, como lo hacen aquellos que están en el aspecto interno y comparar la luz que posee la humanidad actual con la que poseía hace doscientos o trescientos años, apreciaríamos el enorme progreso realizado. Esto se evidencia en el establecimiento de un grupo de “almas condicionadoras” que actúa con el nombre de Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, iniciado en 1925, las cuajes pueden ahora encarnar gracias al trabajo realizado por ese grupo de almas que aceleraron su encarnación debido al impulso de la Jerarquía. Las palabras condicionar y condicionamiento se emplean aquí con mucha frecuencia, porque son apropiadas para indicar la acción. Estas almas debido a su grado de evolución, a su etapa de desenvolvimiento y a su impresionabilidad a la idea grupal y al Plan, pueden venir a la encarnación y comenzar más o menos a desarrollar el Plan y a evocar una respuesta al mismo, en la conciencia humana. De allí que pueden “preparar el camino para el advenimiento del Señor”.

Esta última frase es simbólica, e indica un determinado nivel de cultura espiritual en la humanidad. Dichas almas son a veces vagamente conscientes de su estupenda tarea y, en la mayoría de los casos, inconscientes de su cualificador destino. Según El Antiguo Comentario, son guiadas como almas de la Jerarquía y antes de encarnar son conscientes del impulso de “ayudar al acongojado planeta y así liberar a los prisioneros que fueron cautivados por el deseo inferior”; pero una vez encarnados, esa conciencia también desaparece y su cerebro físico no será consciente de lo que sus almas se han propuesto. Sólo permanece el anhelo de realizar ciertas actividades específicas. No obstante el trabajo continúa.

Pocas almas encarnan por propia voluntad y decisión, trabajan con claro conocimiento y emprenden la tarea inmediata. Son las personas clave de cualquier época y los factores sicológicamente determinantes en cualquier período histórico dado. Son quienes marcan el paso y realizan el trabajo precursor; atraen hacia sí el odio y el amor del mundo; trabajan como Constructores o Destructores y, con el tiempo, retornan a su lugar de origen llevando consigo el botín de la victoria, como símbolo de la propia libertad obtenida o la ajena. Hablando en sentido sicológico, conservan las cicatrices infringidas por los opositores, pero tienen la seguridad de que han desempeñado con éxito la tarea que tenían designada.

El número de personas del primer grupo, ahora en encarnación, ha aumentado notablemente durante el último siglo, razón por la cual podemos esperar el rápido desarrollo de las características de la entrante Era acuariana.

Las de los segundos grupos, designados como personalidades, también están adquiriendo mucho poder. Se mezclan con el primero y tercer grupos.

Hay en el mundo actualmente personalidades de los siguientes tipos:

1.       Personalidades que rápidamente pasan a la categoría de “almas condicionadoras”.

2.      Personalidades, hombres y mujeres integradas y coordinadas, que no están aún bajo la influencia del alma. Su “propia voluntad y amor propio” son factores tan poderosos en sus vidas, que ejercen una influencia determinante en su medio ambiente. Es bueno observar la diferencia esotérica que existe en el significado de las palabras condicionante y determinante. La primera significa actuar libremente, sea un hombre, una raza o una civilización. Simplemente influye y proporciona las condiciones por las cuales lo mejor de la raza puede florecer y llegar a un estado de perfección. La segunda no permite actuar libremente sino que determina por medio del poder, egoístamente aplicado y utilizado para fines personales, el camino que debe seguir una persona, una raza o una civilización.

3.      Personalidades que están en proceso de despertar, las cuales se fusionan con la tercera clasificación y constituyen la flor y nata o la mejor expresión del tercer grupo.

Ahora consideraré estos tres grupos de personalidades en esta parte del tratado. La palabra personalidad se emplea muy superficialmente, por lo tanto, será de valor dar las distintas definiciones de la palabra personalidad, tanto en su empleo común como en su verdadera significación espiritual. ¿No les parece que es de valor para los estudiantes conocer las numerosas formas en que se emplea correcta o incorrectamente esta palabra? Las enumeraré a continuación.

Una personalidad es un ser humano separado. Lo mismo podríamos decir un ser humano separatista. Pero es la definición más pobre y superficialmente empleada, y se emplea comúnmente para considerar a cada ser humano como una persona. En consecuencia, tal definición no es la verdadera. La mayoría son simples animales, con indefinidos impulsos superiores, que siguen siendo simples impulsos. Existen quienes primordialmente no son ni más ni menos que médiums; término empleado para designar ese tipo de persona que sigue ciega e impotente su camino, impelida por su densa naturaleza inferior de deseos, de la cual el cuerpo físico es sólo la expresión o medio.

Ellas están influenciadas por la conciencia, las ideas y las reacciones de la masa; por lo tanto, son incapaces de hacer algo por iniciativa propia, sino que están estandarizados por los complejos de la masa, siendo por consiguiente médiums que poseen ideas de masa; son arrastrados por los impulsos que le imponen los maestros y demagogos, y responden sin pensar ni razonar a cualquier escuela de pensamiento -espiritual, oculista, política, religiosa o filosófica. Permítaseme repetir que tales personas son simples médiums y reciben ideas que no son propias ni que ellas han concebido.

Una personalidad es quien actúa coordinadamente debido a sus dotes, a la estabilidad relativa de su naturaleza emocional y a un completo y sano sistema glandular. A esto lo favorece su anhelo de adquirir poder y las adecuadas condiciones ambientales. Tal condición puede hallarse en cualquier campo del esfuerzo humano, haciendo del hombre un buen capataz de fábrica o un dictador, según sean las circunstancias, su karma y su oportunidad. No me refiero aquí en manera alguna a la deseable coordinación del alma y el cuerpo, que es un desarrollo posterior, sino simplemente a un buen mecanismo físico, a un sensato control emocional y a un desarrollo mental.

Puede haberse alcanzado un superlativo desenvolvimiento interno y, sin embargo, tener un instrumento tan pobre en el plano físico que resulte imposible lograr la coordinación. En estos casos, el sujeto rara vez afecta a su medio ambiente, en sentido permanente o poderoso. No puede manifestar o irradiar su poder interno porque se lo impide en toda forma su mecanismo físico. Un hombre de mucho menos desarrollo interno, pero con un cuerpo físico que responda y glándulas que funcionen mejor, resultará ser, con frecuencia, un eficaz e influyente agente en el medio ambiente.

Una personalidad es un hombre que tiene sentido del destino. Dicho hombre posee la suficiente fuerza de voluntad para someter su naturaleza inferior a tal disciplina que puede cumplir el destino que subconscientemente percibe. Tales personas constituyen dos grupos y son:

a)     Los que no han establecido contacto con el alma y son impulsados a cumplir su destino por el sentido de poder, amor propio, ambición exaltada, un complejo de superioridad y por la determinación de llegar a la cumbre.

b)     Los que han logrado en pequeña medida contacto con el alma, cuyos métodos y móviles son por lo tanto una mezcla de egoísmo y de visión espiritual. Su problema es difícil, porque la medida del contacto establecido con el alma hace afluir la fuerza que estimula la naturaleza inferior, aunque aumente el control del alma. Sin embargo, tal control no es suficientemente fuerte como para subordinar totalmente fuerte como para subordinar totalmente a la naturaleza inferior.

Una personalidad es un ser humano totalmente integrado. En este caso tenemos un hombre cuya naturaleza física, emocional y mental, puede fusionarse y, en consecuencia, funcionar como uno sólo, y producir así un mecanismo subordinado a la voluntad de la personalidad. Esto puede tener lugar con o sin el establecimiento de un definido contacto con el alma. En esta etapa está predispuesto a seguir el sendero de la derecha o el de la izquierda. La coordinación se efectúa de la siguiente manera:

                (7-14 años.)
a)     La coordinación de la naturaleza emocional o astral, con el cuerpo físico. En sentido racial, esto tuvo lugar durante la época Atlante; continúa efectuándose en la actualidad entre los grupos inferiores de la familia humana. Debiera ser el objetivo del desarrollo de los niños desde los siete a los catorce años.

  (14-21 años.)
b)     La coordinación de las naturalezas física, astral y mental en un todo fusionado. En sentido racial, dicha coordinación se está realizando en la raza Aria, y el proceso terminará (para la humanidad) cuando el sol entre en el signo zodiacal de Sagitario, así como ahora está entrando en el signo de Acuario. Esta coordinación está desarrollándose rápidamente entre los miembros avanzados de la familia humana, y debiera ser el objetivo del entrenamiento de todos los adolescentes entre los catorce y los veintiún años.

c)      La coordinación comienza entre el alma y la personalidad; el alma enfoca su atención en la naturaleza astral o de deseos. Es la tarea inmediata de los aspirantes del mundo en la actualidad, y será la meta de la raza que suceda a la Aria.

d)     La coordinación entre el alma, la mente y el cerebro, excluyendo el cuerpo de ilusión, el astral. Ésta es la meta peculiar de los discípulos mundiales.

e)     La coordinación que debe establecerse entre el alma, la personalidad purificada y la Jerarquía. Es la meta de los Iniciados del mundo en la actualidad, y la de todos los que se preparan para la primera, segunda y tercera iniciaciones. Esta culminación se alcanza finalmente en la Iniciación denominada Transfiguración.

f)       La coordinación entre el alma, la personalidad y el espíritu. Tiene lugar mediante la Jerarquía de Almas -frase que sólo los Iniciados pueden interpretar y comprender en forma adecuada. Este proceso se lleva a cabo después de la tercera iniciación.

Un hombre puede considerarse que realmente es una personalidad, cuando el aspecto forma y la naturaleza del alma se han unificado. Cuando el alma ejerce influencia sobre la personalidad y compenetra todas las manifestaciones inferiores, sólo entonces la personalidad estará a la altura de su verdadera significación y constituirá la máscara del alma, la apariencia externa de las fuerzas espirituales internas. Estas fuerzas son expresiones del alma, y el alma es el ente central o foco fundamental en el plano mental de la Vida de Dios Mismo. Esencia, conciencia y apariencia, son los tres aspectos de la divinidad y del hombre; cuando la personalidad está plenamente desarrollada, es la “apariencia de Dios en la tierra”. Vida, cualidad y forma, es otra manera de expresar la misma triplicidad.

Estas definiciones son realmente sencillas y breves. Las definiciones complicadas no aseguran su exactitud y los claros perfiles de una verdad se pierden a menudo en un laberinto de palabras.

Apropiación de los Cuerpos.

Esta última definición nos lleva a considerar el tema de los rayos. La personalidad es la fusión de tres fuerzas mayores y su subordinación (después de haberse fusionado) a los impactos de la energía del alma. El impacto tiene lugar en tres etapas distintas, o “tres movimientos impulsivos”, como se los denomina en ocultismo, empleando la palabra impulsivo en su verdadero y común significado y no en sentido emotivo y fanático. Estos movimientos impulsivos son:

a        El impacto producido por el alma en la etapa de la evolución humana que llamamos individualización. En ese momento la forma llega a ser consciente de ese toque del alma, por primera vez. La terminología esotérica lo denomina “Toque de Apropiación”. El alma, entonces, se apropia del vehículo.

A esta etapa le sigue un extenso período de gradual reajuste, desenvolvimiento y desarrollo. Esto tiene lugar en el sendero de la experiencia, donde el alma se aferra a su instrumento, la naturaleza o forma inferior.

b        El impacto producido por el alma debido a los problemas y apremios que surgen en las etapas posteriores de experiencia. Durante esta etapa la apremiante necesidad y los problemas originados por las fuerzas opuestas, llevan al hombre a someterse a una influencia superior. Entonces, desesperado, invoca al alma y a la fuente espiritual inherente a su naturaleza divina, no utilizada hasta entonces. A este impacto se lo denomina “Toque de Aceptación”, y significa que el alma accede a la demanda de ayuda y luz de la personalidad. De este modo, el alma acepta guiar a la personalidad.

Observen que aquí me refiero a la actitud que adopta el alma hacia la personalidad y no a la de la personalidad hacia el alma, como comúnmente sucede. Este tratado se ocupa especialmente de las reacciones y actividades del alma, por medio de la energía de su rayo, y de su respuesta a la demanda de las fuerzas -enfocadas, combinadas e integradas- de la personalidad.

c         El impacto del alma durante las distintas y sucesivas iniciaciones, a las cuales se somete oportunamente el discípulo al pasar del cuarto al quinto reino de la naturaleza. A esta etapa se la denomina “Toque de Iluminación” donde, al reunir las fuerzas de la personalidad purificada y las del alma “que se acerca”, se “engendra una luz que no se desvanece”.

En estos tres impactos:

1.       el Toque de Apropiación en el plano físico,
2.      el Toque de Aceptación en el plano astral,
3.      el Toque de Iluminación en el plano mental,

se resume en forma clara y concisa la actitud que adopta el alma hacia su instrumento que se prepara en forma acelerada.

El gran Toque de Apropiación reside racialmente en el pasado; el Toque de Aceptación tiene lugar en el campo de batalla de la naturaleza emocional, y el Toque de Iluminación se efectúa a través de la mente.

Las tres primeras iniciaciones son expresiones de estas tres etapas o impactos. Se puede decir también que las razas Lemuriana, Atlante y Aria, son también expresiones de las reacciones del hombre a estos tres acercamientos del alma.

En la tercera iniciación el alma y la personalidad se fusionan perfectamente a fin de que la luz resplandezca y se establezcan los grandes acercamientos entre el alma y la forma.

En este ciclo particular y en la actual raza Aria, la Jerarquía, como expresión del Reino de las Almas, recapitula estos tres inevitables pasos, efectuando ciertos acercamientos a la raza humana. Por lo tanto, se puede dividir a la humanidad en tres grupos y relacionarla con los tres acercamientos mayores:

a        El Acercamiento de Apropiación expresará el efecto que producirá el estímulo actual sobre las masas no evolucionadas. Millares de hombres y mujeres están en proceso de despertar y durante los próximos años llegarán a tener conciencia del alma, la cual va intensificando en cada individuo la apropiación iniciada en la crisis lemuriana de individualización; esta antigua actividad se repite nuevamente, como necesario esfuerzo de recapitulación. Todo esto se halla hoy, casi totalmente, en la esfera de la conciencia. La gran apropiación tuvo lugar hace millones de años. Un gran despertar tendrá lugar hoy en la conciencia sobre la significación de lo que entonces fue mayormente un gran acontecimiento físico, y las masas serán conscientes en su conciencia cerebral de esa primitiva apropiación. Esto se produce en virtud de un nuevo acercamiento del alma y su avance hacia su reflejo, la personalidad; lo cual produce, con el tiempo, el consiguiente reconocimiento por parte del hombre.

b        El Acercamiento de Aceptación será similarmente reconocido por los hijos de los hombres inteligentes y altamente evolucionados, los cuales percibirán la relación existente entre sus personalidades y el alma y entre las fuerzas de la naturaleza inferior y la energía del alma. De esta tarea particular se ocupa principalmente el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, si se consideran sus actividades desde el punto de vista de la Jerarquía. El trabajo de este grupo consiste en facilitar la entrada de la energía del alma, la cual se expresa como amor y buena voluntad; esto a su vez traerá como resultado la paz individual, racial y planetaria, y se desarrollará el gran aspecto grupal del acercamiento que se está llevando a cabo en la actualidad.

c         El Acercamiento de Iluminación lleva al discípulo a través del Portal de la Iniciación; es el efecto de la misma energía que actúa sobre las personalidades de los discípulos mundiales y trasforma su espíritu de aspiración en la luz de la iniciación.

1. Conciencia de masa.
Auto conciencia.
Conciencia grupal, que a su debido tiempo, conducen a la
2. Apropiación.
Aceptación.
Iluminación, a través de las etapas raciales de la
3. Experiencia lemuriana.
Experiencia atlante.
Experiencia Ariana y las etapas individuales de
4. Experiencia
Discipulado.
Iniciación.
5. Probacionista racial.
Discipulado racial.
Iniciación racial, y en lo individual
6. El probacionista.
El Discípulo.
El Iniciado, que conducen con el tiempo a
7. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo
La Jerarquía El Reino de Dios.


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