EL ORDEN MUNDIAL VENIDERO.
EL ORDEN MUNDIAL
VENIDERO.
Fuente:
La
Exteriorización
de la
Jerarquía.
Alice A.
Bailey.
Fundación
Lucis.
En consecuencia, es necesario hablar directamente, indicar los peligros
inherentes a la situación actual, presentar su extraordinaria oportunidad para
traer los cambios necesarios y señalar las líneas de demarcación entre los
modos de vivir correctos y los erróneos, entre una visión del nuevo orden mundial
y los planes retrógrados del así llamado "nuevo orden" con el cual
las potencias totalitarias tratan de abrumar a la humanidad.
Comenzamos con la premisa de que dos visiones mundiales opuestas enfrentan
a la humanidad, y dos órdenes mundiales se le presentan al género humano. El
hombre debe elegir entre éstos, y su elección determinará el futuro.
Esta lucha contra la pandemia del COVID-19 va adquiriendo cada día más
intensidad. Nuevas zonas del mundo están siendo arrastradas al conflicto cada
semana. Las cuestiones reales, los inminentes resultados económicos y las
implicaciones políticas emergen con creciente claridad en todos los países, y
-no se equivoquen- hasta en esos países que están entumecidos y sufrieron bajo
la bota del conquistador. Entre ellos se fomenta una rebeldía silenciosa e inexpresada
por ahora, rebeldía interna silenciosa que constituye en sí una amenaza para la
paz mundial y, si es evocada para que se exprese plenamente, puede hundir al
mundo en el conflicto, más profundamente.
Frente a la humanidad existen dos peligros mayores, y son: Primero, el
conflicto se prolongará tanto que la humanidad quedará totalmente exhausta; se
alcanzará un empate y surgirá una situación que terminará con todas las
relaciones civilizadas y toda esperanza de una ordenada vida de belleza, paz y
cultura. Segundo, las naciones aún no involucradas no verán las realidades de
la situación ni ayudarán a los que luchan por la conservación de la libertad
nacional e individual. Sí esto fuera
así, entonces -sin ser ésta su intención y sin embargo inevitablemente- estarán
del lado del mal y compartirán la responsabilidad de preparar el desastre
mundial.
Actualmente, no hay más que dos partidos en el mundo -los que están del
lado de las correctas relaciones humanas y los que están del lado de la
política del poder egoísta y cruel. Las potencias totalitarias están en marcha
impías, egoístas, crueles y agresivas-; las potencias que luchan por la libertad
humana y por los derechos de las
pequeñas naciones indefensas, están contra la pared, enfrentando al más
poderoso despliegue de poder humano que el mundo haya visto. Las naciones que
no están todavía físicamente involucradas se preparan para algún tipo de acción
y para la defensa contra las potencias dictatoriales, pero no contra las democracias
que luchan.
Desde el punto de vista económico, todos los países están involucrados y la
ruina acecha tras la estela de la pandemia; el cese de las exportaciones e
importaciones en muchos países está llevando a la ruina financiera a millares
de personas; la presión del desastre económico, el temor al hambre y a el
constante riesgo de llegar a ser parte activa de la pandemia, enfrentan a todos
los países que aún no están realmente en la línea de fuego. A estos problemas,
en lo que concierne a las naciones implicadas, se agregan el temor a la muerte,
a los traumas físicos y a la pérdida de todas las posesiones.
La humanidad debe hacer frente a estos hechos. No importa cómo la gente
pueda eludir la verdad, sin evadirse hacia un mundo de ensueños y ansiosos
deseos, la realidad es -inevitable e innegable-que el mundo está en zozobra y todos se hallan implicados.
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