Los Siete Centros Principales.
Curación Esotérica
Por el Maestro
Tibetano Djwhal Khul
(Alice A. Bailey)
Adaptada como
<sugerencia> para el tratamiento de las Adicciones.
Los Siete Centros Principales.
Sería de valor aquí si consideramos por un momento la
naturaleza de los centros, resumiendo parcialmente la enseñanza dada en mis
otros libros, así podré presentar una clara imagen del cuerpo de energía que
subyace en el vehículo físico denso.
Existen muchos puntos focales de fuerza dentro del
cuerpo, pero sólo me ocuparé de los siete principales que controlan en cierta
medida a los demás. De esta manera no habrá lugar a confusión.
Consideraremos
los cinco centros que se hallan en la columna vertebral y los dos que están
ubicados en la cabeza.
1.
El centro en
la cabeza, está situado en la
cima de la cabeza. Se lo denomina a veces “el loto de mil pétalos”’ o el
Brahmarandra.
a.
Corresponde al sol
espiritual central.
b.
Entra en actividad
funcionante después de la tercera iniciación y es el órgano para la
distribución de la energía monádica y el aspecto voluntad de la divinidad.
c.
Está vinculado a la
triple personalidad por medio del antakarana, que los discípulos e iniciados
están en proceso de construir, y alcanza su plena utilidad sólo después de la
destrucción del cuerpo causal, en la cuarta iniciación.
d.
Es el centro
Shamballa en el cuerpo físico y el agente del Padre o del primer aspecto
divino.
e.
Registra el
propósito, corresponde al “fuego eléctrico” del sistema solar, y es de cualidad
dinámica.
f.
La glándula pineal
ubicada en la cabeza es su exteriorización física. Está activa durante la infancia
hasta que la voluntad de ser éste suficientemente desarrollada a fin de que la
persona se arraigue firmemente en la encarnación física. En las últimas etapas
de la expresión divina en el hombre, vuelve a entrar en actividad y a ser de
utilidad como agente para cumplir en la tierra la energía volitiva del Ser.
g.
Es el órgano de
síntesis, porque después de la tercera iniciación y antes de la destrucción
del cuerpo causal, reúne en sí la energía de los tres aspectos de la vida
manifestada. En lo que concierne al hombre significa las energías de la Tríada
espiritual, del triple loto egoico y de la triple personalidad, formando
nuevamente el nueve de la iniciación. Las energías así sincronizadas y
enfocadas en la cabeza, alrededor y encima
de ella, son de gran belleza, de amplia radiación y de efectividad dinámica.
Sirven para relacionar al iniciado con todas las partes de la vida planetaria,
con el Gran Concilio de Shamballa y con el Señor del Mundo, el ultérrimo Iniciador
-por intermedio de Buda y uno de los tres Budas de Actividad. El Buda, en un
sentido muy peculiar, relaciona al iniciado con el segundo aspecto de la
divinidad -el del amor- y en consecuencia con la Jerarquía; los Budas de
Actividad lo relacionan con el tercer aspecto de la divinidad, el de la inteligencia
activa. Entonces la energía de la voluntad, de la conciencia y de la
creatividad se reúnen en él, proveyendo la síntesis de los aspectos divinos.
h.
Éste es el único de
los siete centros que en el momento de la perfecta liberación mantiene la
posición de un loto invertido, con el tallo del loto (en realidad el antakarana)
ascendiendo hasta “el séptimo Cielo”, vinculando al iniciado con el primero y
principal centro planetario, Shamballa. Los demás centros, desde el principio,
están invertidos, con los pétalos hacia abajo, en dirección a la base de la
columna vertebral; todos, durante el proceso de le evolución despliegan gradualmente
sus pétalos, entonces lentamente se dan vuelta hacia arriba “hacia la cúspide
del cetro”, tal como se lo denomina en El Antiguo Comentario. Lo antedicho
es un dato informativo de poco valor, excepto que presenta una verdad, completa
un cuadro y da al estudiante una idea simbólica de lo que es esencialmente un
agente distribuidor de la energía volitiva de la Deidad.
2.
El Centro
Ajna. Ubicado entre las cejas, en la
región de la cabeza, está justamente arriba de los dos ojos, desde donde
“actúa como pantalla para la radiante belleza y gloria del hombre espiritual”.
a.
Corresponde al sol
físico y es la expresión de la personalidad, integrada y funcionante, ante todo
como discípulo y finalmente como iniciado. Esta es la verdadera persona o máscara.
b.
Adquiere plena
actividad funcionante cuando se recibe la tercera iniciación. Recordaré que la
Jerarquía considera esta iniciación como la primera y principal iniciación,
algo que ya he comunicado. Es el órgano para la distribución de la energía del
tercer aspecto, la energía de la inteligencia activa.
c.
Está relacionado con
la personalidad, mediante el hilo creador de la vida, por lo tanto está
estrechamente vinculado con el centro laríngeo (centro de la actividad
creadora), así como el centro coronario está relacionado con el centro de la
base de la columna vertebral. El establecimiento de una activa interacción
entre el centro ajna y el laríngeo produce una vida creadora y una manifiesta
expresión de la vida divina por parte del iniciado. Análogamente la interacción
activa entre el centro coronario y el de la base de la columna vertebral
produce la manifestación de la voluntad o propósito divino. Cuando las fuerzas
de los centros ajna y laríngeo se combinan, producen la más alta manifestación
del “fuego por fricción”, tal como las energías del centro coronario y del
centro básico producen el “fuego eléctrico” individual que, cuando se expresa
plenamente, lo denominamos fuego kundalini.
d.
Es el centro a
través del cual la cuarta Jerarquía creadora, en su propio plano, halla
expresión; aquí también se fusionan y mezclan esta Jerarquía y el cuarto reino
de la naturaleza, la familia humana. El centro coronario relaciona la mónada y
la personalidad; el centro ajna relaciona la Tríada espiritual (la expresión
de la mónada en los mundos amorfos) con la personalidad. Reflexionen sobre esta
afirmación, porque aquí tenemos -en el simbolismo del centro coronario, físicamente
considerado- el reflejo de Atma, la voluntad espiritual, y de budi, el amor
espiritual. También tiene cabida aquí la enseñanza sobre la ubicación de los
ojos, en el desarrollo de la expresión consciente, llevando a cabo creadoramente
el propósito divino.
El tercer ojo
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el centro coronario
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Voluntad. Atma
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El ojo del Padre, la Mónada.
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SHAMBALLA
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El primer aspecto de la voluntad o poder y propósito.
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Relacionado con la glándula pineal.
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El ojo derecho
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el centro ajna
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Amor. Budi
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El ojo del Hijo, el Alma.
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JERARQUÍA
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El segundo aspecto de amor-sabiduría.
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Relacionado con el cuerpo pituitario.
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El ojo izquierdo
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el centro laríngeo
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Inteligencia Activa.
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El ojo de la Madre, la personalidad.
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HUMANIDAD
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El tercer aspecto de la inteligencia.
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Relacionado con el ganglio o la glándula
carótida.
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Cuando los tres ojos
funcionan y “ven” simultáneamente, se tendrá la percepción interna del
propósito divino (el iniciado), visión intuitiva del plan (el discípulo) y
dirección espiritual de la actividad creadora resultante (el Maestro).
e.
El centro ajna
registra o enfoca la intención de crear. No es un órgano de creación en
el mismo sentido que el centro laríngeo,
sino que contiene la idea que está detrás de la creatividad activa, el
consiguiente acto de creación que oportunamente produce la forma ideal para la
idea.
f.
El cuerpo pituitario constituye su exteriorización
física densa; los dos lóbulos de esta glándula corresponden a los dos pétalos
múltiples del centro ajna. Expresa las dos formas más elevadas de la
imaginación y del deseo, siendo ellos los factores dinámicos que subyacen en
toda la creación.
g.
Es el órgano del
idealismo, y -en forma peculiar- está estrechamente relacionado con el sexto
rayo, así como el centro coronario lo está esencialmente con el primer rayo.
El sexto está curiosamente vinculado con el tercer rayo y el tercer aspecto de
la divinidad, y también con el segundo rayo y al segundo aspecto. Fusiona,
arraiga y expresa. En mis otros escritos no había acentuado este hecho. El
centro ajna es el punto de la cabeza que simboliza la naturaleza dual de la manifestación
en los tres mundos. Fusiona las energías creadoras de la garganta y las
energías sublimadas del deseo o el verdadero amor del corazón.
h. Este centro,
teniendo sólo dos pétalos, no es un verdadero loto en el mismo sentido que los
demás centros. Sus pétalos están compuestos de 96 pétalos menores o unidades de
fuerza (48 + 48 = 96) pero éstos no tornan la forma de flor de los otros lotos.
Se abren, como las alas de un avión, a la derecha y a la izquierda de la cabeza
y simbolizan el sendero de la derecha y el de la izquierda, los caminos
de la materia y del espíritu. Constituyen, por lo tanto, simbólicamente, los
dos brazos de la Cruz, en la cual el
hombre está crucificado, dos corrientes de energía o de luz, cruzadas
oblicuamente a través de la corriente de vida que desciende de la mónada a la
base de la columna vertebral, pasando a través de la cabeza.
La idea de la relatividad se debe tener presente cuando
el estudiante trata de comprender los centros, internamente vinculados en el
cuerpo etérico, relacionados también con los cuerpos sutiles, los estados de
conciencia, similares a los estados de ser y de expresión, las energías de
rayo, las condiciones ambientales, los tres vehículos periódicos (como H. P.
B. denomina a la personalidad, a la triple alma y a la Tríada espiritual), con
Shamballa y con la totalidad de las Vidas manifestadas.
La complejidad del tema
es muy grande, pero cuando el discípulo o iniciado actúa en los tres mundos de
las diversas energías del completo hombre quedan “aferradas” en el hombre atado
a la tierra, entonces el asunto se esclarece. Empleo la palabra “aferradas” en
su verdadero y correcto sentido, no para describir al hombre que ha abandonado
su cuerpo físico, como lo expresan los espiritistas. Entonces son posibles
ciertos reconocimientos en tiempo y espacio; pueden observarse algunos
efectos, y ciertas influencias de rayo parecen más dominantes que otras, y
aparecen ciertos “cánones de ser”. En cierta etapa de la experiencia
consciente surge con toda claridad la expresión de un Ser espiritual, entonces
puede ser diagnosticado espiritualmente. Sus aspectos y atributos, sus fuerzas
y energías pueden ser determinados en ese momento, para darle una expresión de
la vida especialmente creada. Se ha de tener presente esto y el estudiante no
debe permitir que sus pensamientos divaguen, sino concentrarlos sobre la apariencia
del hombre (él mismo, u otro) y sobre la cualidad emergente. Si el
estudiante es un iniciado o discípulo podrá también estudiar el aspecto vida.
Sin embargo nuestro estudio será
algo diferente, pues trataremos de descubrir las enfermedades y dificultades
incidentales a la estimulación de la energía o a la falta de estimulación de
los centros, y así descubrir algunos de los efectos que esta afluencia de
energía y el conflicto con las fuerzas producirán.
3. El Centro Laríngeo. Se halla en la parte posterior de la nuca, extendiéndose
hacia arriba hasta la médula oblongada, involucrando a la glándula carótida, y
hacia abajo, hasta los omóplatos. Es un centro extremadamente poderoso y bien
desarrollado, en lo que a la humanidad común concierne. Resulta interesante
observar a este respecto que:
a. El centro laríngeo está regido por Saturno, así como los
dos centros de la cabeza están regidos respectivamente por Urano (rige el
centro coronario) y Mercurio (rige el centro ajna). Esto, sólo en lo que
concierne al discípulo. El regente cambia después de la tercera iniciación o
antes de la primera. Estos tres planetas constituyen un interesante triángulo
de fuerzas, y en las siguientes triplicidades y sus inevitables interrelaciones
tenemos -siempre en el caso de los discípulos- una maravillosa historia gráfica
o símbolo de la nonuplicidad de la iniciación:
1. El centro coronario
El centro
ajna
El centro
laríngeo
2. El tercer ojo
El ojo
derecho
El ojo
izquierdo
3. La glándula pineal
El cuerpo
pituitario
La glándula
carótida,
presentando así el mecanismo a través del cual la Tríada
espiritual, el Alma y la Personalidad actúan. La clave para comprender
correctamente el proceso se halla en la relación de los tres planetas, Urano,
Mercurio y Saturno, cuando derraman sus energías a través de esos nueve “puntos
de contacto espiritual” en el plano físico, la “esfera de luz y poder aferrada
a la tierra, el hombre en tiempo y espacio”.
b. Este centro está relacionado con la primera iniciación y
desarrolla gran actividad cuando ha logrado esa etapa de experiencia, así como
la han alcanzado la vasta mayoría de los hombres, actualmente aspirantes y
discípulos probacionista del mundo. (No
olviden que, técnicamente hablando, la primera iniciación mayor desde el ángulo
jerárquico es la tercera. Los Maestros consideran la primera iniciación como
que significa su admisión en el Sendero. La humanidad la denomina iniciación,
porque en los días de Lemuria la primera iniciación significaba lograr el
completo control físico). Es el órgano para la distribución de la energía
creadora, la energía del tercer aspecto, que emplean las almas que se hallan en
esa etapa de evolución. Existen tres centros en el ser humano, que están relacionados
y son la principal expresión del tercer rayo o aspecto, en las diferentes
etapas de desarrollo en el sendero:
1. El centro sacro para el hombre común y no evolucionado.
2. El centro laríngeo para el aspirante y el discípulo probacionista.
3. El centro ajna para los discípulos e iniciados.
Aquí tenemos una gran triplicidad de energías de gran poder
actualmente, debido a que la expresión del tercer aspecto de la inteligencia
activa ha alcanzado esas alturas por medio de la conciencia y desenvolvimiento
humanos.
c. Está relacionado con la personalidad por el hilo
creador, con el alma por el hilo de la conciencia y con la mónada por el
sutratma o hilo de vida. No está relacionado con ninguno de los aspectos
divinos por medio del antakarana, pues ese hilo que une directamente la mónada
y la personalidad (y por último separado del alma) introduce sencillamente la
expresión monádica de la vida en la cabeza, el centro coronario. Entonces se
establece la conciencia directa entre la mónada y la personalidad y viene a la
existencia una gran dualidad. Vida, Conciencia y Forma se enfocan entonces
creadora y activamente en la cabeza, y su actividad es dirigida desde la cabeza
por intermedio de los dos centros de la misma. El centro ajna sólo entra en
actividad creadora cuando se ha construido el antakarana. En las primeras
etapas el centro laríngeo es el agente creador, y el centro sacro está activo
en los períodos primitivos. Aquí hay algo muy interesante que recordar. La
construcción del antakarana sólo llega a ser genuinamente posible cuando la
vida creadora del aspirante cambia desde el centro sacro al laríngeo y se hace
activa y expresiva. La nuca es el símbolo de este “puente” vinculador, pues
relaciona la cabeza -sola y aislada- con el torso dual, que incluye lo que
está arriba del diafragma y lo que está abajo -simbolizando el alma y la
personalidad unidas, fusionadas y
mezcladas en una. La cabeza es el símbolo de lo que Patanjali describe
como el estado de “unidad aislada”.
d. Es el centro por el cual el aspecto inteligente de la
humanidad se enfoca creadoramente y por
el que fluye la energía creadora de ese gran centro planetario denominado humanidad.
Los tres centros mayores planetarios son Shamballa, Jerarquía y Humanidad.
Cuando se haya alcanzado la perfección, entonces la energía de la voluntad,
del poder y del propósito de Shamballa, afluirá libremente a través del centro
coronario; las energías de amor-sabiduría de la Jerarquía afluirán a través del
centro cardíaco, y la energía de la humanidad se enfocará a través del centro
laríngeo, actuando el centro ama como agente de las tres. Entonces tendrá lugar
una nueva actividad por parte de la humanidad, que consiste en relacionar los
tres reinos súper humanos con los tres subhumanos, estableciendo así la nueva
tierra y el nuevo cielo. Entonces la humanidad habrá culminado su meta evolutiva
en esta Tierra.
e. El centro laríngeo es específicamente el órgano de la PALABRA
creadora. Registra la intención o propósito creador del alma, trasmitido por la
afluencia de energía desde el centro ama; la fusión así realizada de las dos energías
conducirá a algún tipo de actividad creadora. Ésta es la analogía superior de
la creatividad del centro sacro. En ese centro se encierran las energías
creadoras negativa y positiva, personificadas independientemente en los
organismos masculino y femenino, los cuales se ponen en relación por un acto
creador, conscientemente realizado, aunque todavía sin un propósito muy
definido.
f.
La glándula tiroides
es la exteriorización física densa de este centro. A esta glándula se la
considera hoy de suprema importancia para el bienestar del ser humano común. Su
propósito es resguardar la salud, balancear el equilibrio corpóreo en algunos
aspectos importantes de la naturaleza física, y simboliza el tercer aspecto de la inteligencia y de la
sustancia impregnada por la mente. En realidad, tiene vinculación con el
Espíritu Santo o el tercer aspecto divino en manifestación, “influyendo” (como
La Biblia lo expresa) sobre la Madre, la Virgen María. Las paratiroides simbolizan
a María y José y su relación con el influyente Espíritu Santo. Oportunamente se
llegará a determinar que existe una estrecha relación fisiológica entre la
glándula tiroides y la pineal, entre la paratiroides y los dos lóbulos del
cuerpo pituitario, lo cual convierte a la zona de la garganta y de la cabeza en
un solo sistema relacionado.
g. Así como la cabeza simboliza la naturaleza esencialmente
dual de Dios manifestado, así el centro laríngeo simboliza la triple naturaleza
de la divina expresión. La naturaleza dual aparece como fusionada y mezclada en
la cabeza por la relación que existe entre los dos centros y sus dos reflejos
físico densos. Las tres grandes energías puestas en acción durante la actividad
creadora divina realizan una actividad unificada por la plena expresión de la
energía que fluye a través del centro laríngeo, del órgano de la palabra y de
los dos pulmones. En esta relación tenemos: la vida o el aliento, la palabra o
el alma, y el centro laríngeo de la sustancia en actividad.
h. Este loto de la garganta está invertido en las primeras
etapas de la evolución, y sus pétalos se extienden hacia los hombros, e
incluyen los dos pulmones o parte de ellos. Durante el ciclo de la vida del
alma, lentamente se da vuelta, y sus pétalos se extienden hacia arriba hasta
las dos orejas, e incluyen a la médula oblongada y a la glándula carótida.
Esta glándula está más estrechamente relacionada con la glándula tiroides que con las otras
dos glándulas de la cabeza.
En consecuencia será evidente de qué manera zonas
enteras del organismo físico pueden ser llevadas a un funcionamiento activo y
correcto, y también vitalizadas y conservadas en buena y verdadera condición,
por algún tipo de actividad del centro más cercano a la zona del cuerpo en
consideración. Será también evidente que las deficiencias y la enfermedad
pueden ser el resultado de la inactividad de un centro.
4. El Centro Cardiaco. Está localizado entre los omóplatos, siendo, en estos
días y época, el centro que recibe mayor atención de Quienes son responsables
del desenvolvimiento de la conciencia humana. En verdad, puede decirse que el
rápido desarrollo de este loto constituyó una de las razones por las cuales no
pudo evitarse la guerra mundial. En un sentido, fue un acontecimiento
necesario (dado el ciego egoísmo de la totalidad de la humanidad), porque era
imprescindible hacer desaparecer todas las antiguas formas de gobierno, de la
religión y del cristalizado orden social. La humanidad ha llegado ahora a la
etapa de conciencia e interrelación grupales de un tipo profundamente espiritual,
y se requerían nuevas formas por las cuales este nuevo espíritu pudiera
funcionar más adecuadamente:
a. El centro cardíaco corresponde al “corazón del Sol” y
por lo tanto a la fuente espiritual de luz y amor.
b. El centro del corazón funciona activamente después de la
segunda iniciación, la cual marca la consumación del proceso por el cual la naturaleza emocional
(con su destacada cualidad del deseo) es puesta bajo el control del alma, y el
deseo del yo inferior personal ha sido trasmutado en amor. Es el órgano para la
distribución de la energía jerárquica, que afluye por intermedio del alma al
centro cardíaco de todos los aspirantes, discípulos e iniciados; de esta manera
dicha energía queda disponible y trae dos resultados:
1. La regeneración de la humanidad por medio del amor.
2. La relación, firmemente establecida, entre la humanidad
que evoluciona rápidamente y la Jerarquía. De esta manera dos grandes centros
planetarios, la Jerarquía y la Humanidad, son puestos en íntimo contacto y
relación.
Según dice La Biblia: “el amor de Dios se derrama por
todas partes” en el corazón humano, y su poder transformador, magnético y
radiatorio, es esencial para la reconstrucción del mundo y el establecimiento
del nuevo orden mundial. En la actualidad se pide a los discípulos que cavilen
y reflexionen sobre el desarrollo del centro cardíaco y la inteligente
relación entre la humanidad y la Jerarquía, con la consiguiente respuesta
humana a la energía del amor, porque “como el hombre piensa en su corazón,
así es él”. Sólo puede pensar con el corazón cuando las facultades mentales se
han desarrollado adecuadamente y han llegado a una etapa bastante elevada de
desenvolvimiento Sentir con el corazón, frecuentemente se lo confunde con
pensar. La capacidad de pensar con el corazón es resultado del proceso de
transmutación del deseo en amor, durante la tarea de elevar las fuerzas del
plexo solar al centro cardíaco. Pensar con el corazón también indica que el
aspecto superior del centro cardíaco, el loto de doce pétalos situado en el
centro del loto de mil pétalos, ha alcanzado un punto de real actividad. La
reflexión, como resultado del correcto sentimiento, sustituye a la
sensibilidad personal. Nos proporciona los primeros y tenues indicios de ese
estado de ser característico de la mónada, que no puede denominarse conciencia,
tal como entendemos el término.
c. El centro cardíaco se relaciona esencialmente con la
personalidad, cuando es dominado el proceso de alineamiento con el alma,
proceso que hoy se enseña en las nuevas y sólidas escuelas esotéricas y ha sido
acentuado en la Escuela Arcana desde el comienzo; éste es el procedimiento
(caracterizado por la correcta orientación, concentración y meditación) que
relaciona la personalidad con el alma y con la Jerarquía. La relación con la
Jerarquía tiene lugar automáticamente en cuanto se lleva a cabo este
alineamiento y se establece contacto directo con el alma. La conciencia de la
personalidad es reemplazada por la conciencia grupal, y la entrada de la
energía jerárquica se produce como consecuencia natural, pues todas las almas
sólo son aspectos de la Jerarquía. Esta establecida relación, con su
consiguiente interacción (magnética e irradiatoria), trae la destrucción final
del cuerpo del alma o cuerpo causal, cuando la relación alcanza el punto más
elevado de intensificado reconocimiento.
d. En consecuencia, es ese centro, en el cuerpo físico, por
cuyo intermedio actúa la Jerarquía, siendo también el agente del alma. Cuando
empleo la palabra “alma” no sólo me refiero al alma individual del hombre sino
también al alma del Logos planetario, siendo ambas el resultado de la unión
espíritu y materia, de los aspectos Padre y Madre. Sólo la iniciación puede
revelar este gran misterio.
e. El centro cardíaco registra la energía del amor. Aquí
podría establecerse que, cuando finalmente se ha construido el antakarana, los
tres aspectos de la Tríada espiritual
hallarán cada uno un punto de contacto en el mecanismo etérico del iniciado que
actúa en el plano físico. El iniciado llega a ser una fusión del alma y la
personalidad, a través de la cual puede afluir la plena vida de la mónada.
1. El centro coronario se convierte en punto de contacto
para la voluntad espiritual, Atma.
2. El centro cardíaco se trasforma en agente de amor espiritual,
Budi.
3. El centro laríngeo es la expresión de la mente universal,
Manas.
Durante el trabajo que realiza el iniciado, cuando
cumple el propósito divino de acuerdo al plan, el centro ajna se convierte en
el agente directriz o distribuidor de las energías fusionadas del hombre
divino. El centro cardíaco corresponde al “fuego solar” dentro del sistema
solar, siendo de cualidad magnética y de actividad radiatoria. Es el órgano de
la energía que produce inclusividad.
f.
Su exteriorización
física densa es la glándula timo. Poco se sabe en la actualidad respecto a esta
glándula, aunque mucho se aprenderá cuando los investigadores acepten y experimenten
la hipótesis que presenta la ciencia esotérica y cuando el centro cardíaco se
desarrolle y la glándula timo vuelva a su actividad adulta funcionante. Esto no
ha sucedido todavía. Tampoco se ha establecido aún la naturaleza de su secreción; los efectos de esta glándula
son mejor conocidos desde el ángulo sicológico que del físico. La moderna
sicología, cuando se asocia a la medicina, reconoce que la excesiva actividad
de esta glándula hace que una persona sea amoral e irresponsable.
Cuando la
raza de los hombres aprenda la naturaleza de la responsabilidad, tendremos los
primeros indicios del alineamiento con el alma, de la descentralización de la
personalidad y de la conciencia grupal y luego -paralelo a este desarrollo-
hallaremos que la glándula timo llegará a actuar correctamente. En la actualidad,
el desequilibrio general del sistema endocrino, milita en contra del pleno
funcionamiento, y sin riesgo, de la glándula timo en la persona adulta. Hay
todavía una relación no reconocida entre la glándula pineal y la timo, lo mismo
que entre ambas y el centro ubicado en la base de la columna vertebral. A
medida que la Tríada espiritual entra en actividad por intermedio de la
personalidad, estos tres centros y sus tres exteriorizaciones trabajarán en síntesis,
rigiendo y dirigiendo al entero hombre. A medida que la glándula pineal vuelva
a desempeñar plenamente su función adulta (y esto no sucede con el hombre
adulto), la divina voluntad al bien se hará sentir y se cumplirá el divino
propósito; cuando la glándula timo en forma similar entre en actividad en la
persona adulta, se evidenciará la buena voluntad y comenzará a desarrollarse el
plan divino. Éste es el primer paso hacia el amor, las correctas relaciones humanas
y la paz. La buena voluntad ya está haciendo sentir su presencia en el mundo,
indicando que el centro cardíaco inicia su actividad y comprobando que el centro
cardíaco de la cabeza comienza a desplegarse como resultado de la creciente
actividad del centro cardíaco a lo largo de la columna vertebral.
g. Es el órgano de fusión, así como el centro coronario es
el órgano de síntesis. A medida que el centro cardíaco entra en actividad, el
aspirante individual es atraído lentamente a una relación cada vez más estrecha
con su alma, entonces se producen dos expansiones de conciencia que él las
interpreta corno eventos o acontecimientos:
1. Es atraído al Ashrama de uno de los Maestros, de acuerdo
al rayo de su alma, convirtiéndose en discípulo aceptado, en sentido técnico.
El Maestro es el centro cardíaco del Ashrama y puede ahora llegar hasta Su
discípulo por medio del alma, porque ese discípulo, mediante el alineamiento y
el contacto, ha puesto su corazón en estrecha armonía con el alma. Entonces
responde al corazón de todas las cosas, que en lo que concierne a la humanidad
actualmente es la Jerarquía.
2. Es atraído para que sirva y se relacione estrechamente
con la humanidad. Su creciente sentido de responsabilidad, debido a la
actividad del corazón, lo lleva a servir y a trabajar. Eventualmente también se
convierte en el corazón de un grupo’ u organización -pequeña al principio,
llega a ser mundial a medida que su poder espiritual se desarrolla y él piensa
en términos de grupo y de humanidad. Ambas relaciones por su parte son
reciprocas. Así el aspecto amor de la divinidad se hace activo en los tres
mundos y el amor se anda en la tierra y ocupa el lugar de la emoción, del deseo
y de los aspectos materiales del sentimiento. Observen esta frase.
h. En las primeras etapas del desarrollo, tanto del
individuo como de la raza, el loto invertido del corazón con sus doce pétalos
se extiende hacia abajo al centro plexo solar. Éste, desde la época atlante, se
ha dado vuelta y sus pétalos se extienden ahora hacia arriba, hacia el
siguiente centro a lo largo de la columna vertebral, el cardíaco, debido a las
energías que ascienden lentamente desde el centro plexo solar, las cuales
tratan de evadirse de la “prisión de las regiones inferiores” mediante un
proceso de transmutación.
Como resultado de
lo antedicho el centro cardíaco comienza a desarrollarse lentamente y a darse
vuelta. Esta reversión de los “centros lotos” siempre se produce como efecto de
una actividad dual, el empuje desde abajo y la atracción desde arriba.
La reversión del loto del corazón y su despliegue hacia
arriba se debe a los factores siguientes:
1. A la creciente potencia del acercamiento jerárquico.
2. Al rápido establecimiento del contacto con el alma.
3. A la respuesta del loto del corazón, que va
desplegándose, por la atracción del Ashrama del Maestro.
4. A la ascensión de las energías trasmutadas desde abajo
del diafragma, vía el plexo solar, en respuesta a la “atracción” espiritual.
5. A la creciente comprensión del hombre acerca de la
naturaleza del amor
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