ACERCA DE LOS LIBROS DE ALICE ANN BAILEY
Fuente:
Fundación Lucis.
ACERCA DE LOS LIBROS DE ALICE ANN BAILEY
LIBROS DE FILOSOFÍA ESPIRITUAL
Hemos compilado en este folleto algunos Prefacios, Introducciones y
Observaciones Preliminares, párrafos y artículos especialmente seleccionados
extraídos de algunos de los libros de Alice A. Bailey que consideramos muy
significativos para que el lector pueda tener un acercamiento a la propuesta y
a las ideas cuya investigación ha de encarar a través de estos libros. De este
modo puede reconocer si es de su interés introducirse en la lectura de estos
libros.
En la segunda parte de este folleto se ha presentado en pocas líneas una
muy breve reseña sobre las obras de referencia a fin de dar una orientación
básica sobre la temática de cada una de ellas.
INTRODUCCIÓN A LOS LIBROS DE ALICE A. BAILEY
INTRODUCCIÓN – TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Alice A. Bailey, en su Autobiografía Inconclusa, publicada en 1951, revela
la historia de los muchos años de trabajo telepático con El Tibetano. Esto
incluye las circunstancias de su primer contacto con él, en el plano físico,
que tuvo lugar en California en noviembre de 1919. Se planeó el trabajo de
treinta años. Cumplido esto, y dentro de los treinta días después de ese
período, la señora Bailey obtuvo su liberación de las limitaciones del vehículo
físico.
La Autobiografía contiene además ciertas declaraciones hechas por El
Tibetano respecto a su trabajo y alguna información en cuanto a las razones por
las que fuera emprendido. En las primeras etapas el trabajo implicó cuidadosa
atención a las condiciones del plano físico que mejor podrían ayudar al éxito
del proceso telepático. Pero durante los últimos años la técnica estaba tan
perfeccionada y el mecanismo etérico de A. A. B. tan expertamente en armonía y
ajustado que todo el proceso prácticamente era sin esfuerzo, y la realidad y
utilidad práctica de la interacción telepática se demostró en un grado único.
Las verdades espirituales tratadas involucraban en muchos casos la
expresión, por la mente concreta inferior (a menudo con las insuperables
restricciones del idioma inglés), de ideas abstractas y conceptos de realidades
espirituales hasta ahora totalmente desconocidos. Esta inevitable limitación de
la verdad se ha señalado frecuentemente a los lectores de los libros así
producidos, pero se la olvida demasiado a menudo. Recordarla constantemente
constituirá en los años por venir uno de los principales factores para impedir
que la cristalización de la enseñanza produzca todavía un culto dogmático
sectario más.
Este libro, “Tratado sobre Fuego Cósmico”, publicado por primera vez en
1925, fue el tercer libro producido conjuntamente y lleva inherente evidencia
de que permanecerá como la sección fundamental y más trascendental de las
enseñanzas de treinta años, no obstante la profundidad y utilidad de los libros
publicados en la serie titulada Tratado sobre los Siete Rayos o de cualquier
otro de los libros.
Durante el largo progreso de la obra las mentes de El Tibetano y A. A. B.
llegaron a armonizarse tanto que eran en efecto —en la medida en que concernía
a la producción de la enseñanza— un solo y unido mecanismo de proyección.
Incluso hasta el final A. A. B. frecuentemente habló de su asombro ante lo que
pudo columbrar a través del contacto con la mente de El Tibetano, de ilimitadas
perspectivas de verdades espirituales que ella no hubiera podido contactar de
otro modo y a menudo de una cualidad que ella no podía expresar de manera
alguna. Esta experiencia fue la base de su frecuentemente proclamada y a menudo
incomprendida afirmación de que todas las enseñanzas que estaba ayudando a
producir eran de hecho sólo el A B C del conocimiento esotérico, y que en el
futuro ella gustosamente abandonaría cualquier pronunciamiento en la presente
enseñanza cuando encontrara disponible enseñanza mejor y más profundamente
esotérica. Clara y profunda como realmente es la enseñanza en los libros
publicados en su nombre, las verdades impartidas son tan parciales y sujetas a
revelación y expansión posterior que este hecho, si se lo recuerda
constantemente, nos dará una segunda salvaguardia muy necesaria contra esa
cualidad de la mente concreta que constantemente tiende a producir sectarismo.
Al comienzo mismo del esfuerzo unido y después de cuidadosa consideración,
El Tibetano (D. K.) y A. A. B. decidieron que ella, como discípulo operativo en
el plano externo, debería cargar tanto como fuera posible de la responsabilidad
kármica en ese plano, y que la enseñanza debería ir al público suscrita por
ella. Esto involucraba la carga del liderazgo en el campo esotérico y precipitó
el ataque y la condena de personas y organizaciones cuyas posiciones y
actividades eran más piscianas y autoritarias.
Toda la plataforma sobre la cual la enseñanza esotérica permanece hoy ante
el público ha sido liberada de las limitaciones del misterio, glamour,
pretensión e impracticabilidad, por la posición tomada por El Tibetano y A. A.
B. El pronunciamiento en contra de la aseveración dogmática ha ayudado a
establecer una nueva era de libertad mental para los estudiantes de la
revelación de la Sabiduría Eterna, revelación progresivamente en desarrollo.
Gradualmente se está trascendiendo el antiguo método de llegar a la verdad
por el proceso de aceptar nuevas autoridades y compararlas con las doctrinas
previamente establecidas, aunque es de indudable valor en el entrenamiento de
la mente. En su lugar está surgiendo, tanto en el mundo religioso como en el
filosófico, una nueva capacidad para adoptar una posición más científica. La
enseñanza espiritual se aceptará cada vez más como una hipótesis a ser probada
menos por el escolasticismo, la base y la autoridad históricas, y más por los
resultados de su efecto sobre la vida vivida y su utilidad práctica para
resolver los problemas de la humanidad.
Hasta ahora, la enseñanza esotérica avanzada ha sido casi invariablemente
obtenible sólo cuando el estudiante acepta la autoridad del instructor,
diversos grados de obediencia personal a ese instructor y promesas de secreto.
A medida que progrese la nueva dispensación Acuariana, estas limitaciones
desaparecerán. La relación personal del discípulo con el Maestro permanece,
pero el entrenamiento del discipulado ya se ha intentado en formación Grupal.
El registro de tal experimento y el intento de utilizar este método de la nueva
era se ha puesto a disposición del público en el libro titulado Discipulado en
la Nueva Era, el cual ofrece las instrucciones personales directas por El
Tibetano a un grupo seleccionado.
En Tratado sobre Fuego Cósmico el Tibetano nos ha dado lo que H. P.
Blavatsky profetizó que Él daría, a saber, la clave sicológica de la Creación
Cósmica. H. P. B. declaró que en el siglo XX vendría un discípulo que daría la
clave sicológica de su propia obra monumental, La Doctrina Secreta, tratado en
el cual el Tibetano trabajó con ella; y Alice A. Bailey trabajó con pleno
reconocimiento de su propia tarea en esta secuencia.
Foster Bailey
Tunbridge Wells.
Diciembre 1950.
RESUMEN DE UNA DECLARACIÓN HECHA POR EL TIBETANO.
Publicada en agosto de 1934
Solamente diré que soy un discípulo tibetano de cierto grado; esto puede
significar muy poco para ustedes, porque todos son discípulos, desde el
aspirante más humilde hasta más allá del Cristo Mismo. Tengo cuerpo físico lo
mismo que todos los hombres; resido en los confines del Tíbet, y a veces (desde
el punto de vista exotérico), cuando me lo permiten mis obligaciones, presido
un grupo numeroso de Lamas tibetanos. A esto se debe la difusión de que soy un
abad de ese Monasterio Lamásico. Aquellos que están asociados conmigo en el
trabajo de la Jerarquía (todos los verdaderos discípulos están unidos en este
trabajo) me conocen también con otro nombre y cargo. A.A.B. conoce dos de mis
nombres.
Soy un hermano que ha andado un poco más por el Sendero y, por
consiguiente, tengo más responsabilidades que el estudiante común. He luchado y
me he abierto un camino hacia la luz, logrando obtener mayor luz que el
aspirante que leerá este artículo; por lo tanto tengo que actuar como trasmisor
de luz, cueste lo que cueste. No soy un hombre viejo, con respecto a lo que la
edad puede significar en un instructor, ni tampoco soy joven e inexperto. Mi
trabajo consiste en enseñar y difundir el conocimiento de la Sabiduría Eterna
dondequiera que encuentre respuesta, y esto lo he estado haciendo durante
muchos años. Trato también de ayudar a los Maestros M. y K.H. en todo momento,
porque estoy relacionado con Ellos y Su trabajo. Lo expuesto hasta aquí
encierra mucho, pero no les digo nada que pueda inducirles a ofrecer esa ciega
obediencia y tonta devoción que el aspirante emocional brinda al Gurú o Maestro
con el que aún no está en condiciones de tomar contacto, ni podrá lograrlo
hasta tanto no haya trasmutado la devoción emocional en desinteresado servicio
a la humanidad, no al Maestro.
No espero que sean aceptados los libros que he escrito. Pueden o no ser
exactos, correctos y útiles. El lector puede comprobar su verdad mediante la
práctica y el ejercicio de la intuición. Ni A.A.B. ni yo tenemos interés en que
se los considere como que han sido inspirados, ni tampoco que se diga
misteriosamente que son el trabajo de uno de los Maestros.
Si estos libros presentan la verdad de tal manera que pueda considerarse
como la continuación de las enseñanzas impartidas en el mundo, y si la
instrucción suministrada eleva la aspiración y la voluntad de servir, desde el
plano de las emociones al plano mental (el plano donde se encuentran los
Maestros), entonces estos libros habrán cumplido con su propósito. Si la
enseñanza impartida encuentra eco en la mente iluminada del trabajador mundial
y despierta su intuición, entonces acéptense tales enseñanzas. Si estas
afirmaciones son corroboradas oportunamente y consideradas como verdaderas al
ser comprobadas por la Ley de Correspondencia, está muy bien; pero si esto no
es así, no se acepte lo expuesto.
PREFACIO – TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO.
Este “Tratado sobre Fuego Cósmico” tiene un quíntuple propósito en vista:
Primero, proporcionar un delineamiento compacto y básico 1 de un esquema de
cosmología, filosofía y sicología que quizás pueda ser empleado durante una
generación como referencia y libro de texto, y pueda servir como un andamiaje
sobre el cual pueda posteriormente construirse instrucción más detallada, a
medida que siga fluyendo la gran corriente de enseñanza evolutiva.
Segundo, expresar eso que es subjetivo en términos comprehensibles y
señalar el próximo paso adelante en la comprensión de la verdadera sicología.
Es una elucidación de la relación existente entre Espíritu y Materia, relación
que se demuestra como conciencia. Se hallará que el Tratado se ocupa
principalmente del aspecto mente, de la conciencia y de la sicología superior,
y menos de la materia como se la conoce en el plano físico. El peligro
involucrado en divulgar información concerniente a las diversas energías de la
materia atómica es demasiado grande, y la raza todavía demasiado egoísta para
confiársele estas potencias. El hombre, mediante el competente trabajo de los
científicos, ya está descubriendo el conocimiento necesario con adecuada
rapidez. Se hallará que el énfasis en este libro está puesto sobre esas fuerzas
que son responsables de la manifestación objetiva de un Logos solar y del
hombre, y sólo en la primera parte se dará indicación respecto a la naturaleza
de esas energías que están estrictamente confinadas al plano físico.
Tercero, mostrar el coherente desarrollo de todo lo que se encuentra dentro
de un sistema solar; demostrar que todo lo que existe evoluciona (desde la
forma de vida más inferior en el punto más denso de concreción hasta la
manifestación más elevada y más sutil) y que todas las formas sólo son la
expresión de una Existencia formidable y divina. Esta expresión es causada por
la combinación 2 de dos aspectos divinos mediante la influencia de un tercero, y
produce la manifestación que llamamos una forma, poniéndola en marcha en su
ciclo evolutivo en tiempo y espacio. De esta manera la forma es llevada al
punto donde es un medio adecuado para la demostración de la naturaleza de eso
que llamamos Dios.
Cuarto, dar información práctica acerca de esos puntos focales de energía
que se encuentran en los cuerpos etéricos del Logos solar, el macrocosmos, y
del hombre, el microcosmos. A medida que se comprenda el sustrato etérico que
es la verdadera sustancia que subyace en toda forma tangible, se producirán
ciertas grandes revoluciones en los dominios de la ciencia, de la medicina y de
la química. El estudio de la medicina, por ejemplo, finalmente se emprenderá
desde un nuevo ángulo, y su práctica se basará sobre una comprehensión de las
leyes de radiación, de las corrientes magnéticas, y de los centros de fuerza
que se hallan en los cuerpos de los hombres y su relación con los centros de
fuerza y las corrientes del sistema solar 3.
Quinto, dar alguna información, no impartida hasta ahora exotéricamente,
acerca del lugar y el trabajo de esas miríadas de vidas sencientes que forman
la esencia de la objetividad; indicar la naturaleza de esas Jerarquías de
Existencias que crean con su propia sustancia todo lo que es visto y conocido,
y que son ellas mismas Fuego y la causa de todo calor, calidez, vida y
movimiento en el universo. De esta manera se abordará 4 la acción del Fuego
sobre el Agua, del Calor en la Materia, ya sea macro cósmica o micro
cósmicamente considerada, y se arrojará alguna luz sobre la Ley de Causa y
Efecto (la Ley del Karma) y su significación en el sistema solar.
Para resumir la materia, la enseñanza en este libro debería tender a una
expansión de conciencia y debería ocasionar un reconocimiento de lo adecuado,
como una base de trabajo tanto para la ciencia como para la religión, de esa
interpretación de los procesos de la naturaleza que ha sido formulada para
nosotros por las Mentes Maestras de todo tiempo. Ello debería tender a
ocasionar una reacción a favor de un sistema de filosofía que vinculará
Espíritu y materia, y demostrar la unidad esencial de la idea científica y la
religiosa. Las dos están hoy algo divorciadas, y sólo estamos comenzando a
tantear nuestro camino intelectual fuera de las profundidades de una
interpretación materialista. Sin embargo, no debe olvidarse que bajo la Ley de
Acción y Reacción, el extenso período de pensamiento materialista ha sido un
período necesario para la humanidad, porque el misticismo de la Edad Media nos
ha llevado demasiado lejos en la dirección opuesta. Ahora estamos tendiendo a
un punto de vista más equilibrado, y se espera que este tratado pueda formar
parte del proceso mediante el cual se alcance el equilibrio.
Al estudiar este tratado, se pide al estudiante tener en cuenta ciertas
cosas:
Que al tratar estos temas nos ocupamos de la esencia de eso que es
objetivo, del lado subjetivo de la manifestación, y de la consideración de la
fuerza y de la energía. Resulta casi imposible reducir tales conceptos a
fórmulas concretas y expresarlas de tal modo que puedan ser fácilmente
aprehendidas por el hombre término medio.
Que como usamos palabras y frases y hablamos en términos de lenguaje
moderno, todo el tema necesariamente deviene limitado y empequeñecido, y de
este modo se pierde gran parte de la verdad.
Que todo lo que está en este tratado se ofrece sin ningún espíritu
dogmático sino simplemente como una contribución a la masa de pensamiento sobre
el tema de los orígenes del mundo y a los datos ya acumulados respecto a la
naturaleza del hombre. Lo mejor que el hombre puede ofrecer como una solución
del problema mundial, forzosamente debe asumir una forma dual y se demostrará
mediante una vida de servicio activo, tendiendo al mejoramiento de las
condiciones ambientales, y mediante una formulación de algún esquema cosmológico
o plan que procurará justificar tanto como sea posible las condiciones como se
las ve existir. Arguyendo como los hombres lo hacen actualmente desde la base
de lo conocido y lo demostrado, y dejando intactas y sin justificar aquellas
causas profundamente arraigadas que debe suponerse que están produciendo lo
visto y conocido, todas las soluciones hasta ahora han fracasado y continuarán
fracasando en su objetivo.
Que todos los intentos de formular en palabras eso que debe ser sentido y
vivido para ser verdaderamente comprehendido, por fuerza deben resultar ser
penosamente inadecuados. Todo lo que pueda decirse será, después de todo, sólo
las declaraciones parciales de la gran Verdad velada, y debe ser ofrecido al
lector y estudiante como proporcionando simplemente una hipótesis de trabajo y
una explicación sugestiva. Para el estudiante de mente abierta y el hombre que
en su mente guarda el recuerdo de que la verdad se revela progresivamente, será
evidente que la más plena expresión de la verdad posible en cualquier momento
dado, más tarde se verá que es sólo un fragmento de un todo, y más tarde aún se
la reconocerá como sólo secciones de un hecho y por consiguiente en sí misma
una distorsión de lo real.
Este tratado se publica con la esperanza de que pueda resultar útil para
todos los buscadores de mente amplia que van en pos de la verdad, y de valor
para todos los investigadores en la Fuente subjetiva de todo eso que es
tangiblemente objetivo. Intenta proporcionar un plan razonablemente lógico de
la evolución del sistema e indicar al hombre la parte que debe desempeñar como
unidad atómica en un gran Todo corporativo. Este fragmento de la Doctrina
Secreta, en el girar de la rueda evolutiva, sale al mundo sin hacer
afirmaciones respecto a su fuente, su infalibilidad o la exactitud en detalle
de sus declaraciones.
Ningún libro en nada se beneficia de las pretensiones dogmáticas o las
declaraciones respecto al acreditado valor de su fuente de inspiración. Debería
permanecer o caer únicamente sobre la base de su valor intrínseco, sobre el
valor de las sugerencias hechas y su poder para fomentar la vida espiritual y
la aprehensión intelectual del lector. Si este tratado contiene en sí algo de
verdad y de realidad, inevitable e indefectiblemente hará su trabajo, trasmitirá
su mensaje y de este modo llegará a los corazones y a las mentes de los
buscadores en todas partes. Si no tiene valor ni base algunos en la realidad,
desaparecerá y morirá, y con mucha razón. Todo lo que se pide al estudiante de
este tratado es un acercamiento simpático, una disposición a considerar los
puntos de vista expuestos y esa honestidad y sinceridad de pensamiento que
tenderá al desarrollo de la intuición, del diagnóstico espiritual, y una
discriminación que conducirá a un rechazo de lo falso y a una apreciación de lo
verdadero.
Las palabras del Buda muy apropiadamente tienen su lugar aquí y concluyen
adecuadamente estas observaciones preliminares:
El Señor Buda ha dicho:
que no hemos de creer en algo dicho simplemente porque se lo dice; ni en
las tradiciones porque han sido trasmitidas desde la antigüedad; ni en los
rumores, como tales; ni en los escritos de los sabios, porque los sabios los
escribieron; ni en las fantasías que podemos sospechar que nos hayan sido
inspiradas por un Deva (es decir, una supuesta inspiración espiritual); ni por
inferencias extraídas de algún supuesto casual que podamos haber hecho; ni
debido a lo que parece una necesidad analógica; ni sobre la mera autoridad de
nuestros instructores o maestros. Sino que hemos de creer cuando el escrito, la
doctrina o lo dicho, es corroborado por nuestra propia razón y conciencia. “Por
esto”, dice él en conclusión, “les enseñé no a creer simplemente porque han
oído, sino que cuando vuestra conciencia crea en ello, entonces actúen de
acuerdo a ello y abundantemente”.
La Doctrina Secreta, VI, 49.
Que esta sea la actitud de cada lector de estos libros... (AAB)
MI TRABAJO (Por El Tibetano).
En 1919, durante el mes de noviembre, hice un contacto con A. A. B. (Alice
A. Bailey) y le pedí que escribiera algo para mí y también que emprendiera la
publicación de ciertos libros que —de acuerdo con la divulgación secuencial de
la verdad— debían aparecer. Ella rehusó de inmediato, no simpatizando con el
torrente de supuesta literatura ocultista repartida al público por los diversos
grupos ocultistas, no teniendo experiencia en escribir para el público y
también disgustándole profundamente toda forma de escritura síquica y de
trabajo síquico. Después cambió de parecer cuando le expliqué que la relación
telepática era una cosa probada y una materia de interés científico, que ella
no era clariaudiente ni clarividente y que nunca lo sería y que (sobre todo) la
prueba de la verdad era la verdad misma. Le dije que, si escribía durante un
mes, el material trascrito le probaría si contenía verdad, si evocaba
comprensión y reconocimiento intuitivos y si contenía eso que podría ser de
valor en la nueva era espiritual que era inminente. Ella, por tanto, superó su
disgusto por este tipo de trabajo y por las muchas presentaciones ocultistas de
la verdad que prevalecían. Sólo estipuló que los escritos deberían salir sin
pretensiones en absoluto y que las enseñanzas resistirían o caerían por sus
propios méritos.
Los Libros
El primer libro publicado fue Iniciación Humana y Solar. Este fue el
resultado de su primer esfuerzo en este tipo de trabajo. Sentó la base de todos
los libros subsiguientes. Desde entonces A. A. B. ha escrito para mí durante
casi veinticinco años. Los libros han salido en línea con un profundo propósito
subyacente que quizás les interese conocer y los libros han recibido un
reconocimiento mundial.
Iniciación Humana y Solar fue planeado para llevar a la atención pública el
hecho de la Jerarquía. Esto había sido hecho por H. P. B. mediante inferencia y
declaración, pero no en forma secuencial alguna. La Sociedad Teosófica había
enseñado el hecho de los Maestros, aunque H. P. B. (en sus comunicaciones a la
Sección Esotérica) declaró que lamentaba amargamente haberlo hecho. Esta
enseñanza fue malinterpretada por los posteriores líderes teosóficos y
cometieron ciertos errores básicos. Los Maestros que describían se
caracterizaban por una infalibilidad imposible porque los Maestros Mismos están
evolucionando. La enseñanza dada promovió un absorbente interés en el
auto desarrollo y un intenso enfoque sobre el desenvolvimiento y la liberación
personales. Las personas señaladas como iniciados y discípulos avanzados era
gente totalmente mediocre sin influencia alguna fuera de la Sociedad Teosófica misma.
También se enfatizaba la completa devoción a los Maestros —devoción a Sus
personalidades, y a estos Maestros también se los mostraba como interfiriendo
con la vida de organización de los diversos grupos ocultistas que afirmaban
estar trabajando bajo Su dirección. Se Les hacía responsables de los errores de
los líderes de los grupos que hallaban refugio bajo declaraciones tales como:
El Maestro me mandó decir, etc., el Maestro quiere que se haga el siguiente
trabajo, o el Maestro quiere que los miembros hagan así y así. Quienes
obedecían eran considerados buenos miembros; se consideraba renegados a quienes
rehusaban interesarse u obedecer. Se infringía constantemente la libertad
individual y se excusaban las debilidades y ambiciones de los dirigentes. Conociendo
bien todo esto, A. A. B. rehusó ser partícipe de cualquiera de tales
actividades constantemente recurrentes, pues tal es la historia de
prácticamente todos los grupos ocultistas conocidos que atraen la atención del
público. Aunque yo hubiera querido trabajar de tal manera (algo que nadie
afiliado a la Jerarquía hace jamás) no habría hallado ninguna colaboración de
parte de ella.
Después siguió Cartas sobre Meditación Ocultista. Estas cartas indicaban un
acercamiento algo nuevo a la meditación, con base no en la devoción a los
Maestros sino en un reconocimiento del alma en cada persona. A éste siguió un
Tratado sobre Fuego Cósmico. Este libro era una expansión de la enseñanza dada
en La Doctrina Secreta sobre los tres fuegos —fuego eléctrico, fuego solar y
fuego por fricción— y fue una secuencia esperada. También presentó la clave
sicológica de La Doctrina Secreta y está destinado a ofrecer estudio a
discípulos e iniciados al cierre de este siglo y al comienzo del siglo próximo,
hasta el año 2025.
Más tarde A. A. B. sintió que sería de valor, para mí y para el trabajo,
escribir ciertos libros útiles para los estudiantes, aparte de trascribir mis
escritos y apuntar mis notas, traduciéndolos al inglés
provocador-de-pensamientos que juntos hemos desarrollado como un medio para la
trasmisión de las ideas que es mi dharma hacer públicas. El síquico y médium
corriente por lo general no posee un alto grado de inteligencia, y A. A. B.
deseó probar (para ayudar al trabajo del futuro) que uno podía hacer un trabajo
definitivamente síquico y ser realmente inteligente. Por lo tanto, ella
escribió cuatro libros que son por entero su producción propia:
La Conciencia del Átomo
El Alma y su Mecanismo
Del Intelecto a la Intuición
De Belén al Calvario.
También escribió un libro en colaboración conmigo, titulado La Luz del
Alma; en él doy la paráfrasis en inglés de los Aforismos sánscritos de
Patanjali y ella aporta el comentario, consultándome ocasionalmente para
reconfirmar en cuanto al significado.
Luego siguió un Tratado sobre Magia Blanca. Fue escrito hace unos años y a
medida que se lo escribía se lo enviaba, capítulo por capítulo, a los
estudiantes avanzados de la Escuela Arcana como material de lectura únicamente.
Es el primer libro jamás publicado sobre el entrenamiento y control del cuerpo
astral o emocional. Se han escrito muchos libros ocultistas sobre el tema del
cuerpo físico y su purificación y sobre el cuerpo etérico o vital. La mayoría
de ellos han sido recopilaciones de otros libros, tanto antiguos como modernos.
Este libro mío, sin embargo, está destinado a entrenar al aspirante moderno en
el control de su cuerpo astral, con ayuda de la mente a medida que esa mente, a
su vez, es iluminada por el alma.
El siguiente libro emprendido fue un Tratado sobre los Siete Rayos. Es un
libro extenso, aún no completado (1944). Está tomando forma en cuatro
volúmenes, dos de los cuales ya fueron publicados, uno está listo para ser
publicado y el volumen final está en proceso de escritura. Los volúmenes uno y
dos tratan sobre los siete rayos y sus siete tipos sicológicos, y de este modo
cimientan la nueva sicología para la cual la moderna sicología, materialista
como pueda ser, ha sentado una base sólida. El volumen tres está completamente
dedicado al tema de la astrología esotérica y forma una unidad en sí mismo.
Está destinado a lanzar la nueva astrología, la cual está fundada en el alma y
no en la personalidad. La astrología ortodoxa armaó una carta que da el sino y
destino de la personalidad, y cuando esa personalidad es poco evolucionada o
sólo de un desarrollo medio, puede ser y con frecuencia es asombrosamente
correcta. No es tan correcta, sin embargo, en el caso de gente altamente
desarrollada, aspirantes, discípulos e iniciados que están comenzando a controlar
sus estrellas y por consiguiente sus acciones; los sucesos y los
acontecimientos en sus vidas se vuelven entonces impredecibles. La nueva y
futura astrología trata de dar la clave del horóscopo del alma, ya que está
condicionado por el rayo del alma y no por el rayo de la personalidad. He dado
lo suficiente para permitir a los astrólogos, que estén interesados y sean de
la nueva inclinación, encontrarle la vuelta al futuro desde el ángulo de este
nuevo acercamiento. La astrología es una ciencia fundamental y muy necesaria.
A. A. B. nada sabe de astrología; ni siquiera puede armar una carta ni sabría
decirles los nombres de los planetas ni las casas que rigen. Por lo tanto, soy
enteramente responsable de todo lo que aparece en este y todos mis libros, excepto,
como antes se explicó, el único libro, La Luz del Alma.
El cuarto volumen trata del tema de curación y de la salvación por el
antakarana de la brecha que existe entre la Mónada y la personalidad. También
da las Catorce Reglas que tienen que dominar quienes están en entrenamiento
para la iniciación.7 Nuevamente, quisiera llamar vuestra atención sobre este
último tema, recordándoles que A. A. B. jamás ha hecho la menor afirmación, en
privado o públicamente, de ser un iniciado, ni lo hará. Sabe que ello es
contrario a la ley oculta y ha visto a demasiada gente de ningún enfoque
espiritual o capacidad intelectual particular, hacer estas afirmaciones y el
consiguiente daño que de ello resultó, rebajando la idea de la Jerarquía y la
naturaleza del adeptado a los ojos del público observador. Soy, por lo tanto,
enteramente responsable de las Catorce Reglas y su elucidación y aplicación. A.
A. B. nunca pretendió ser más que un discípulo que trabaja, ocupado en el
trabajo mundial (lo cual nadie puede negar) y ha reiterado una y otra vez que
la palabra “discípulo” es la palabra legítima e incontrovertible (además de la
palabra veraz) a ser usada para todos los grados de trabajadores en la
Jerarquía desde el discípulo probacionista, ligeramente afiliado con ciertos discípulos
en esa Jerarquía, hasta e incluyendo al Cristo Mismo, el Maestro de todos los
Maestros y el Instructor de Ángeles y de hombres por igual. Constantemente, con
mi total aprobación, se ha puesto en contra de la malsana curiosidad respecto a
estatus y título, lo cual es una plaga en tantos grupos ocultistas, conduciendo
a la plena marea de competencia, envidia, crítica y reivindicación que
distingue a la mayoría de los grupos ocultistas, lo cual hace fútiles tantas
publicaciones e impide que el público reciba la enseñanza en su pureza y
simplicidad. Estatus y título, lugar y cargo, no cuentan para nada. Lo que
cuenta es la enseñanza —su verdad y su llamado intuitivo. Esto debería tenerse
constantemente presente.
Los discípulos aceptados de un Maestro que llegan a reconocerlo desde
dentro de ellos mismos —un reconocimiento que entonces puede ser corroborado
por sus condiscípulos y utilizado por el Maestro Mismo como una condición
fáctica— conocen a su Maestro, aceptan enseñanza de Él y entre ellos mismos
hablan de Él como Él es para ellos pero no para el mundo externo.
Por lo tanto, los libros han estado publicándose constantemente durante
años, y cuando se haya completado un Tratado sobre los Siete Rayos, un conciso
libro sobre glamour esté listo para la imprenta y un libro sobre el discipulado
en la nueva era esté en manos del público, el trabajo de A. A. B. para mí habrá
terminado. Ella puede entonces reasumir su trabajo en el Ashrama de su propio
Maestro —el trabajo de un discípulo.
LA LIMITACIÓN DE LAS PALABRAS 8
Siento la necesidad de volver a poner definidamente el énfasis sobre un
punto, y es que cuando consideramos al ser humano, su expresión y existencia,
es imprescindible recordar que realmente estamos considerando energía, y la
relación o no-relación de fuerzas. Si mantenemos esto en la mente, no nos
desviaremos del tema. Estamos considerando unidades de energía relacionadas,
funcionando en un campo de energía; si lo recordamos podremos (por lo menos
simbólicamente) obtener una clara idea del tema. ... Aquí les recordaría, como
a menudo lo hice antes, que las palabras no logran expresar y el lenguaje
perjudica más que ayuda al objetivo que tengo en vista. El pensamiento humano
está entrando ahora en un campo para el cual no existe, todavía, ningún
verdadero lenguaje-forma, para el cual no tenemos términos adecuados, y en el
cual las palabras-símbolos sólo significan poco. Cuando se inventó el automóvil
y la radio, fue necesario crear una serie de términos, frases, sustantivos y
verbos totalmente nuevos; así en el futuro, el descubrimiento de la realidad
del alma deberá ser encarado con un nuevo lenguaje. Un hombre de la era
Victoriana que escuchara el léxico técnico desde los actuales laboratorios de
radio, o el utilizado en los talleres actuales, no comprendería absolutamente
nada. Del mismo modo, el sicólogo moderno muchas veces ignora y no comprende
lo que tratamos de decir, porque no se ha desarrollado aún el nuevo léxico y
los antiguos términos son inadecuados. En consecuencia, sólo puedo emplear los
términos que me parecen ser más convenientes, sabiendo que no logro expresar la
verdadera significación de mis ideas, y por lo tanto ustedes sólo obtienen una
comprensión y concepción aproximada de los conceptos que estoy esforzándome por
exponer.
ACERCA DEL SIMBOLISMO 9.
... quisiera decir algunas palabras acerca del simbolismo que emplearemos
al referirnos al control del ego y de la personalidad. Todo lo que se diga al
respecto intenta definir y considerar lo que es realmente indefinible, fugaz y
sutil, y aunque se lo denomine energía o fuerza, tales palabras no imparten la
verdadera idea. Por consiguiente, al leer y considerar este tratado de
sicología, se debe recordar que hablamos en símbolos, lo cual es inevitable
porque nos referimos a la expresión de la divinidad en tiempo y espacio, y
hasta que el hombre no sea conscientemente consciente de su divinidad y lo
demuestre, sólo es posible hablar en parábolas y metáforas de significado
simbólico, para que sean corroboradas por medio de la percepción mística y la
sabiduría del hombre iluminado. Sin tener una verdadera comprensión del
significado de las palabras empleadas, se dice comúnmente que nos ocupamos de
fuerzas y energías, las cuales, a medida que siguen su curso cíclicamente y
actúan sobre otras energías y potencias y se entremezclan con ellas, producen
esas formas de materia y sustancia que constituyen la apariencia y expresan la
cualidad de esas grandes y omniabarcantes Vidas y de la Vida en la cual todo
“vive, se mueve y tiene su ser”.
La conciencia de una vida tras otra se va desenvolviendo secuencialmente de
una existencia a otra, reconociendo y comprendiendo que estas vidas son en sí
la suma total de todos los poderes y energías cuya voluntad es crear y
manifestarse. Sin embargo, al considerar dichas energías y fuerzas, no es
posible expresar su apariencia, cualidad y propósito, excepto en forma
simbólica.
OBSERVACIONES DE PREFACIO 10.
Al estudiar y considerar cuidadosamente las ideas expuestas en este libro
deben tenerse presente ciertos conceptos básicos:
Primero, que lo más importante para el estudiante no es la personalidad de
determinado instructor sino el grado de verdad que este representa, de ahí la
capacidad para discernir entre la verdad, la verdad parcial y lo falso.
Segundo, con el acrecentamiento de la enseñanza esotérica aumenta la
responsabilidad exotérica. Cada estudiante debe hacer un consciente balance de
sí mismo, y recordar que la comprensión llega aplicando al problema y medio
ambiente inmediatos el grado de verdad captada, y que la conciencia se expande
empleando la verdad impartida.
Tercero, que una dinámica adhesión al sendero elegido y una firme
perseverancia para vencer y permanecer inconmovible ante todo lo que pueda
acontecer, son requisitos indispensables que conducen al portal de acceso a un
reino, a una dimensión y a un estado del ser conocido interna o subjetivamente.
Este estado de comprensión produce cambios en la forma y en el medio ambiente
comparables a su poder.
Estas tres sugerencias merecen un minucioso estudio y su significación
deberá ser captada en cierta medida antes de lograr un real progreso. No me
corresponde indicar la aplicación individual y personal de las enseñanzas
impartidas. Esto lo debe hacer cada estudiante por sí mismo.
Han conservado inteligentemente las enseñanzas, libre de toda autoridad
extraña, y no hay en sus libros principios esotéricos de autoridad o respaldo
jerárquico, tales como los que han producido las estrechas limitaciones de
ciertos organismos y grupos eclesiásticos tan diferentes como la Iglesia
Católica, la Ciencia Cristiana y aquellos que creen en la inspiración verbal de
las Escrituras y en numerosas asociaciones denominadas esotéricas. La desgracia
de muchos grupos ha sido ese constante rumoreo: “Aquellos que saben, desean...”
“El Maestro dice...” “Los Grandes Seres ordenan...” y el grupo, como rebaño de
ovejas, se atropella ciegamente en el afán de obedecer. Creen que mediante su
mal orientada devoción se relacionarán con ciertos personajes autorizados,
acortando así el camino para llegar al cielo.
Han sabido conservar y cuidar sabiamente sus libros de las reacciones de
aquellos que pretenden ser maestros, adeptos e iniciados. Mi anonimato y estado
deben ser respetados, y mi rango debe ser considerado sólo como el de un estudiante
más avanzado, el de un aspirante a esa expansión de conciencia que para mí
significa un paso más. Sólo es importante la parte de verdad que pueda exponer;
sólo es vital la inspiración y la ayuda que pueda dar a cualquier peregrino en
el sendero; lo que he aprendido por medio de la experiencia está a disposición
de todo aspirante sincero; y la amplitud de visión que puedo impartirles
(debido a que he escalado la montaña un poco más) es mi principal aporte. Los
estudiantes son libres de reflexionar sobre estos puntos y de prescindir de
inútiles especulaciones acerca de las informaciones detalladas sobre
personalidades insignificantes y condiciones ambientales.
El tema por tratar será la Magia del Alma, y el pensamiento clave de todo
lo que pueda aparecer en este libro lo hallarán en las palabras del Bhagavad
Gita:
“Aunque soy el que no ha nacido, el alma que no muere; aunque soy el Señor
de los Seres; no obstante, como señor de mi naturaleza, me manifiesto por medio
del poder mágico del Alma”. B.G., IV, 6.
Lo estadístico y lo académico son base necesaria y paso preliminar en la
mayoría de los estudios científicos, pero en este libro centraremos la atención
sobre el aspecto vida y la aplicación práctica de la verdad a la vida diaria
del aspirante. Estudiaremos cómo llegar a ser magos prácticos y en qué forma
podemos vivir mejor la vida del hombre espiritual y la del aspirante al
discipulado aceptado, en esta peculiar época, estado y medio ambiente.
Para lograrlo tomaremos las Quince Reglas para la Magia de mi libro
anterior Tratado sobre Fuego Cósmico. Las comentaré sin ocuparme de su
significado cósmico o solar o de otras analogías y correspondencias, sino
aplicándolas al trabajo del aspirante y dando sugerencias prácticas para
desarrollar mejor el contacto y la manifestación del alma. Daré por sentado que
los estudiantes poseen ciertos conocimientos, y supongo que podrán seguirme y
comprender algunos términos técnicos que me veré obligado a emplear. No trato
con infantes sino con personas maduras que han elegido determinado camino y se
han comprometido a “caminar en la luz”.
En este libro me propongo hacer cuatro cosas y atraer tres tipos de
personas. Está basado en lo que concierne a su enseñanza sobre cuatro
postulados fundamentales que intentan:
Enseñar las leyes de la sicología espiritual como distintas de las de la
sicología mental y emocional.
Aclarar la naturaleza del alma humana y sus relaciones con el sistema y el
cosmos. Como paso preliminar esto incluirá su relación con el grupo.
Demostrar las relaciones entre el yo y las envolturas que ese yo pueda
utilizar, y así aclarar el pensar general respecto a la constitución del
hombre.
Elucidar el problema de los poderes supra normales y dar las reglas para su
desarrollo útil y sin peligro.
Nos hallamos al final de un gran período de transición, y los reinos más
sutiles de la vida nunca estuvieron tan cercanos; los fenómenos inusitados y
los acontecimientos inexplicables son ahora más comunes que en épocas
anteriores, y lo telepático, lo síquico y lo peculiar atraen la atención de los
escépticos, de los científicos y de quienes estudian religión. Generalmente se
buscan razones para explicar la aparición de lo fenoménico, y se forman
asociaciones para su investigación y demostración. Además, muchas personas se
desvían del camino en el afán de promover en sí mismas condiciones síquicas y
factores que producen energía y dan origen a la manifestación de peculiares
poderes. Este libro tratará de adaptar la información suministrada al esquema
de vida tal como lo reconocemos hoy, y demostrar cuán básicamente natural y
verídico es todo aquello que se califica de misterioso. Todas las cosas están
sujetas a la ley, y las leyes deben ser explicadas ahora que el hombre ha
llegado a una etapa de desarrollo en que puede aprender más exactamente su
belleza y realidad.
Tres tipos de personas responderán a la enseñanza de este libro, y son:
Esos investigadores de mente abierta dispuestos a aceptar los fundamentos
como hipótesis aplicables hasta demostrar que son erróneas. Serán francamente agnósticos,
pero, en su búsqueda de la verdad, deben estar dispuestos temporariamente a
ensayar los métodos y seguir las sugerencias presentadas a su consideración.
Los aspirantes y discípulos estudiarán este tratado a fin de comprenderse
mejor a sí mismos para poder ayudar al prójimo. No aceptarán ciegamente sus dictámenes,
sino que experimentarán, comprobarán y corroborarán cuidadosamente las etapas y
pasos expuestos aquí en esta sección de las enseñanzas de la Sabiduría Eterna.
Los iniciados arribarán a un significado que no será evidente para los del
primer grupo y sólo es sospechado por los miembros más avanzados del segundo.
Internamente conocen la verdad de muchas de las afirmaciones y comprenderán la
actuación subjetiva de muchas de las leyes. Estas leyes de la naturaleza
producen efectos en tres esferas distintas:
Físicamente, donde se demuestran como efectos en la forma densa.
Etéricamente, donde se manifiestan como energía que subyace detrás de esos
efectos.
Mentalmente, en lo concerniente a los impulsos que producen a los otros
dos.
POSTULADOS 11.
Este libro 12 se ocupará más específicamente del desarrollo y
desenvolvimiento humanos y elucidará las causas responsables de los efectos
actuales, señalando el futuro y sus posibilidades y la naturaleza de las
potencialidades en desarrollo.
Este libro también versará sobre cuatro postulados fundamentales que el
estudiante tendrá que aceptar en carácter de hipótesis digna de consideración y
comprobación. A ningún investigador sincero de la Sabiduría Eterna se le exige
ciega aceptación de cualquier presentación de la verdad; no obstante, se le
pide que mantenga una mente abierta y seriamente valore y considere las teorías
e ideales, las leyes y verdades, que han llevado a muchas personas de la
oscuridad a la luz del conocimiento y la experiencia. Los postulados podrían
ser enumerados de la siguiente manera, por orden de importancia:
I. El primer postulado es que existe en nuestro universo manifestado la
expresión de una Energía o Vida, causa responsable de las diversas formas y de
la vasta jerarquía de seres sensibles que componen la totalidad de cuanto
existe. Esta es la denominada teoría hilosoísta, aunque el término sólo sirve
para confundir. Esta gran Vida es la base del Monismo, y todos los hombres
iluminados son monistas. “Dios es uno” es la expresión de la verdad. Una sola
vida impregna todas las formas y estas son las expresiones, en tiempo y espacio,
de la energía universal central. La Vida en manifestación produce existencia y
ser, por lo tanto, es la causa raíz de la dualidad. Esta dualidad, que se
percibe cuando está presente la objetividad y desaparece cuando el aspecto
forma se desvanece, tiene muchos nombres, de los cuales y para mayor claridad
podríamos enumerar los más comunes:
Espíritu
|
Materia
|
Vida
|
Forma
|
Padre
|
Madre
|
Positivo
|
Negativo
|
Oscuridad
|
Luz.
|
Los estudiantes deben mantener en la mente esta unidad esencial, aun cuando
hablen (como deberán hablar) en términos finitos de esa dualidad que
cíclicamente se evidencia en todas partes.
II. El segundo postulado surge del primero y afirma que la Vida Una, que se
manifiesta a través de la materia, produce un tercer factor que es la
conciencia. Esta conciencia, resultado de la unión de los dos polos, espíritu y
materia, constituyen el alma de todas las cosas; compenetra toda sustancia o
energía objetiva; subyace en todas las formas, ya sea la de esa unidad de
energía que llamamos átomo o la de un hombre, un planeta o un sistema solar.
Esta es la Teoría de Autodeterminación, o la enseñanza de que todas las vidas
de las cuales está formada la vida una, cada una en su esfera y modo de ser, se
embeben en la materia, por así decirlo, y asumen formas por cuyo intermedio su
peculiar y específico estado de conciencia puede ser comprendido y su vibración
estabilizada; así pueden conocerse a sí mismas como existencias. Nuevamente la
vida una se convierte entonces en una entidad estabilizada y consciente
mediante el sistema solar, siendo por lo tanto esencialmente la suma total de
energías de todos los estados de conciencia y de todas las formas de
existencia. Lo homogéneo se vuelve heterogéneo, y sin embargo permanece siendo
una unidad; el uno se manifiesta en diversidad y no obstante es inmutable; la
unidad central es conocida en tiempo y espacio como compuesta y diferenciada, y
sin embargo cuando no existan tiempo y espacio (pues no son más que estados de
conciencia) sólo permanecerá la unidad y únicamente persistirá el espíritu,
además de una acrecentada acción vibratoria y la capacidad para intensificar la
luz cuando retorne el ciclo de manifestación.
Dentro de la pulsación vibratoria de la Vida una en manifestación, todas
las vidas inferiores repiten el proceso de ser -Dioses, ángeles, hombres y
miríadas de vidas que se expresan mediante las formas de los reinos de la
naturaleza y las actividades del proceso evolutivo. Todo llega a ser auto
centrado y autodeterminado.
III. El tercer postulado fundamental es que el desenvolvimiento de la
conciencia o la revelación del alma constituye el objetivo por el cual la vida
adquiere forma y también el propósito por el cual se manifiesta el ser. Esto
puede ser denominado La Teoría de la Evolución de la Luz. Si se tiene en cuenta
que el científico moderno sostiene que la luz y la materia son términos
sinónimos, haciéndose eco de las enseñanzas de Oriente, es evidente que
mediante la interacción de los polos y la fricción de los pares de opuestos
surge la luz. La meta de la evolución consiste en una serie graduada de
manifestaciones de luz. Velada y oculta en todas las formas se halla la luz. A
medida que la evolución avanza, la materia se convierte en un buen conductor de
luz, demostrando así la exactitud de la afirmación de Cristo, “Yo Soy la Luz
del Mundo”.
IV. El cuarto postulado sostiene que todas las vidas se manifiestan
cíclicamente. Esta es La Teoría del Renacimiento o de la reencarnación,
demostración de la ley de periodicidad.
Tales son las verdades subyacentes que constituyen la base de la Sabiduría
Eterna -o la existencia de la vida y el desarrollo de la conciencia mediante la
cíclica adquisición de forma.
En este tratado se hará hincapié en la minúscula vida: el hombre “hecho a
imagen de Dios”, que mediante la reencarnación desarrolla su conciencia hasta
florecer como alma perfeccionada, cuya naturaleza es luz y cuya comprensión es
la de una identidad autoconsciente. Esta unidad desarrollada debe oportunamente
fusionarse, participando con plena inteligencia en esa conciencia mayor de la
cual forma parte.
ACERCA DE LA CIENCIA ESOTÉRICA NATURALEZA DEL ESOTERISMO 13
Una de las más inadecuadas definiciones del esoterismo es que concierne a
lo que está oculto y velado y lo cual, aunque sospechado, todavía permanece
desconocido. La inferencia es que ser un esoterista es estar entre quienes
tratan de penetrar en cierto reino secreto al cual no se permite entrar al
estudiante común. Si esto fuera todo, entonces cada científico y cada místico
representarían el acercamiento del tipo mental y del desarrollado tipo
emocional al mundo del esoterismo y de las realidades ocultas. Esto, sin
embargo, no sería exacto. El místico nunca es un verdadero esoterista, porque
no está tratando en su conciencia con energías y fuerzas, sino con ese
indefinido “otro Algo” (llamado Dios, el Cristo, el Bienamado) y por lo tanto,
en realidad, con aquello que satisface el ansia de su alma. El científico que
ahora está tan rápidamente tratando con el mundo de fuerzas y energías, y
entrando en él, es en realidad un verdadero esoterista —aunque en su esfuerzo por
controlar las energías que busca, niega su origen. Esto es de relativamente
poca importancia; más adelante reconocerá la fuente que las emana.
El acercamiento fundamental para todos aquellos que se esfuerzan en captar
el esoterismo, o en enseñar a los estudiantes esotéricos, consiste en poner el
énfasis en el mundo de las energías y reconocer que detrás de todo lo que
acontece en el mundo de los fenómenos (y con eso quiero significar los tres
mundos de la evolución humana) existe el mundo de las energías, las cuales son
de la mayor diversidad y complejidad, pero todas se mueven y operan bajo la ley
de Causa y Efecto. Por lo tanto, apenas es necesario que indique la naturaleza
muy práctica de esta definición y su aplicabilidad a la vida del aspirante
individual, a la vida de la comunidad y a los asuntos mundiales, o a los
condicionantes niveles inmediatos de las energías espirituales experimentales
que constantemente están buscando impacto sobre o contacto con el mundo de los
fenómenos. Esto lo hacen, bajo dirección espiritual, en orden a implementar el
Plan. La afirmación antedicha es de importancia fundacional; todas las otras
definiciones están implícitas en ellas, y es la primera verdad importante sobre
el esoterismo que debe ser aprendida y aplicada por cada aspirante al misterio
y a la universalidad de aquello que mueve los mundos y subyace al proceso
evolutivo.
La primera tarea del esoterista es comprender la naturaleza de las energías
que están tratando de condicionarlo y que se expresan en el plano físico a
través de su equipo o su vehículo de manifestación. Por consiguiente, el
estudiante esotérico tiene que entender que:
Él es un conjunto de fuerzas, heredadas y condicionadas por lo que ha sido,
más una gran fuerza antagonista que no es un principio y que llamamos cuerpo
físico.
Él es sensible a y debería ser cada vez más consciente de ciertas energías
que hoy le son desconocidas y de ninguna utilidad; debe llegar a ser finalmente
consciente de ellas, si ha de adentrarse más profundamente en el mundo de las
fuerzas ocultas. Tales energías pueden ser malignas para él si trabajara con
ellas, y estas deben ser distinguidas y descartadas; hay otras que debe
aprender a usar, porque resultarían beneficiosas y aumentarían su conocimiento,
y por lo tanto deberían ser consideradas como buenas. Tengan en cuenta, sin
embargo, que las energías en sí no son buenas ni malas. La Gran Logia Blanca,
nuestra Jerarquía espiritual, y la Logia Negra emplean las mismas energías universales,
pero con diferentes móviles y objetivos; ambos grupos son grupos de esoteristas
entrenados.
Por lo tanto, el esoterista en entrenamiento tiene que:
Llegar a ser consciente de la naturaleza de las fuerzas que constituyen el
equipo de su personalidad y que él mismo ha traído a la expresión
magnéticamente en los tres mundos, las cuales forman una combinación de fuerzas
activas; él debe aprender a diferenciar entre la energía estrictamente física,
que responde automáticamente a otras energías internas, y las que vienen desde
niveles de conciencia emocionales y mentales, enfocándose a través del cuerpo
etérico el cual, a su vez, motiva y galvaniza su vehículo físico a ciertas
actividades.
Llegar a ser sensible a las impelentes energías del alma, emanando desde
los niveles mentales superiores, las cuales tratan de controlar las fuerzas del
triple hombre cuando se alcanza cierto grado definido de evolución.
Reconocer las energías condicionantes en su medio ambiente, viéndolas no
como sucesos o circunstancias sino como energía en acción; por este medio
aprende a encontrar su camino detrás de la escena de acontecimientos externos y
en el mundo de energías, buscando contacto y cualificando para producir ciertas
actividades. Así penetra en el mundo de significado. Sucesos, circunstancias, acontecimientos
y fenómenos físicos de todo tipo son simplemente símbolos de lo que está
ocurriendo en los mundos internos, y en estos mundos el esoterista debe entrar
hasta donde su percepción se lo permita; secuencialmente descubrirá mundos que
le exigirán su penetración científica.
Para la mayoría de los aspirantes, la Jerarquía misma sigue siendo un reino
esotérico que demanda descubrimiento y aceptará penetración. Estoy eligiendo mis
palabras con cuidado en un esfuerzo por evocar vuestra respuesta esotérica.
No trato de ir más allá de este punto de la meta destinada de la
humanidad... La tarea es entrenar estudiantes en el reconocimiento de la
energía y la fuerza; discriminar entre los diversos tipos de energía, tanto en
relación con ellos mismos como con los asuntos mundiales, y comenzar a
relacionar lo que se ve y experimenta, con lo invisible, lo que condiciona y lo
que determina. Esta es la tarea esotérica.
... Las iglesias y los hombres en todas partes necesitan aprender que nada
hay en el mundo de los fenómenos, de las fuerzas y de las energías, que no
pueda ser puesto bajo el control de aquello que es espiritual. Todo lo que
existe es, en realidad, espíritu en manifestación. Hoy las masas se están
volviendo de mentalidad política, y esto los Maestros lo ven como un gran paso
hacia adelante. Un gran progreso se habrá hecho cuando los pueblos de
mentalidad espiritual del mundo incluyan esta zona relativamente nueva del
pensamiento humano y su actividad internacional dentro del campo de su
investigación esotérica.
...el esoterismo no es, en modo alguno, de naturaleza mística e indefinida.
Es una ciencia —esencialmente la ciencia del alma de todas las cosas— y tiene
su terminología, experimentos, deducciones y leyes propios. Cuando digo “alma”
me refiero a la conciencia animadora que se halla en la naturaleza toda y en
aquellos niveles que están fuera del territorio que generalmente llamamos
naturaleza. Los estudiantes tienden a olvidar que cada nivel de conciencia,
desde el más elevado al más inferior, es un aspecto del plano físico cósmico, y
en consecuencia (desde el ángulo o punto de vista del proceso evolutivo) es de
naturaleza material, y (desde el ángulo o punto de vista de ciertos
Observadores divinos) definitivamente tangible y formado de sustancia creadora.
El esoterista está tratando con sustancia todo el tiempo; le concierne esa
sustancia viviente y vibrante de la cual están hechos los mundos y que
—heredada de un sistema solar anterior— está coloreada por sucesos pasados y
(como se ha dicho) “ya teñida con karma”. También debería observarse que así
como el plano físico, tan familiar para nosotros, no es considerado por el
estudiante esotérico como un principio, tampoco el plano físico cósmico (desde
el punto de vista de las vidas cósmicas) asimismo “no es un principio”. Les doy
aquí mucho material para reflexionar.
Podría afirmarse que el esoterista se ocupa de descubrir y trabajar con
esos principios que energetizan cada nivel del plano físico cósmico y que son,
en realidad, aspectos de la cualificada energía de vida que está operando en la
sustancia sin principio y a través de ella. La tarea del estudiante es
desplazar el foco de su atención del aspecto sustancia-forma de la existencia y
llegar a ser consciente de aquello que ha sido la fuente de producción de la
forma en cualquier nivel específico. Su tarea es desarrollar dentro de sí mismo
la necesaria capacidad de respuesta y sensibilidad a la cualidad de la vida que
domina cada forma hasta que él llega finalmente a la cualidad de la vida una
que anima al planeta y dentro de Cuya actividad vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro ser.
Para hacer esto, debe ante todo descubrir la naturaleza de sus propias
energías cualificadas (y aquí tiene cabida la naturaleza de los rayos
regentes), las cuales se están expresando por medio de sus tres vehículos
inferiores de manifestación, y después por medio de su personalidad integrada.
Habiendo arribado a una medida de este conocimiento y habiéndose orientado
hacia el aspecto de la vida cualificada, el estudiante empieza a desarrollar el
mecanismo interno sutil mediante el cual puede establecer contacto con los
aspectos más generales y universales. Aprende a diferenciar entre la cualidad o
predisposiciones kármicas de la sustancia “sin principio” de la que está hecha
su forma y todas las formas, y los principios cualificados que están procurando
expresión por medio de esas formas e, incidentalmente, redimirlas, salvarlas y
purificarlas de manera que la sustancia del próximo sistema solar sea de un
orden superior a la del actual, y en consecuencia más responsiva al aspecto
voluntad del Logos.
… Por todo lo expuesto se darán cuenta que estoy intentando quitar la
imprecisión a la palabra “esoterismo”, e indicar la naturaleza extremadamente
científica y práctica de la empresa en la que todos los esoteristas están
embarcados.
El estudio esotérico, cuando está unido a un estilo de vida esotérico,
revela con el tiempo el mundo de significado y conduce finalmente al mundo de
significaciones. El esoterista comienza por esforzarse en descubrir la razón
del porqué; lucha con el problema de los acontecimientos, sucesos, crisis y
circunstancias a fin de arribar al significado que podrían tener para él;
cuando ha averiguado el significado de cualquier problema específico, lo
utiliza como una invitación a penetrar más profundamente en el recientemente
revelado mundo de significado; entonces aprende a incorporar sus pequeños
problemas personales al problema del Todo mayor, perdiendo así de vista el
pequeño yo y descubriendo el Yo mayor. El verdadero punto de vista esotérico es
siempre el del Todo mayor. El estudiante encuentra el mundo de significado
desplegado como una intrincada cadena14 sobre toda actividad y cada aspecto del
mundo fenoménico. La red15 etérica es el símbolo y diseño de esta cadena; y la
red etérica que se encuentra entre los centros de la columna vertebral
individual es su correspondencia micro cósmica, como una serie de puertas de
entrada al más amplio mundo de significado. Esto en realidad concierne a la verdadera
Ciencia de los Centros, a la cual me he referido con frecuencia. Son modos de
entrada consciente (cuando están desarrollados y funcionando) en un mundo de
realidades subjetivas y en ciertas fases de la conciencia divina hasta ahora
desconocidas.
Sin embargo, el esoterismo no concierne a los centros como tales, y el
esoterismo no es un esfuerzo para despertar científicamente los centros, como
muchos estudiantes piensan. El esoterismo realmente es entrenamiento en la
capacidad de funcionar libremente en el mundo de significado; no se ocupa de
ningún aspecto de la forma mecánica; se ocupa totalmente del aspecto alma —el
aspecto del Salvador, Redentor e Intérprete— y del principio mediador entre la
vida y la sustancia. Este principio mediador es el alma del aspirante o
discípulo individual (si uno puede usar una formulación tan engañosa); es
también el ánima mundi en el mundo como un todo.
El esoterismo por lo tanto implica una vida vivida en sintonía con las
realidades subjetivas internas, posible únicamente cuando el estudiante está
inteligentemente polarizado y mentalmente enfocado; sólo es útil cuando el
estudiante puede moverse entre estas realidades internas con destreza y
comprensión. El esoterismo implica además comprender la relación entre fuerzas
y energías y el poder de utilizar la energía para el fortalecimiento y luego
para el uso creativo de las fuerzas contactadas; de allí su redención. El
esoterismo usa las fuerzas del tercer aspecto (el de la sustancia inteligente)
como recipientes de las energías de los dos aspectos superiores y, al hacerlo
así, salva la sustancia. El esoterismo es el arte de “bajar a la tierra” esas
energías que emanan desde las fuentes más elevadas y allí “conectarlas a
tierra” o anclarlas. Como ilustración: la actividad esotérica de un grupo
mundial de estudiantes fue lo que dio por resultado la divulgación de la
enseñanza sobre el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo,16 de ese modo
introduciendo17 y fijando en la conciencia de la humanidad el hecho de la
existencia y trabajo de este grupo fundamentalmente subjetivo; así el trabajo
de ese grupo fue enfocado, e intensificada su actividad redentora.
Toda verdadera actividad esotérica produce luz e iluminación; trae como
resultado la intensificación y cualificación de la heredada luz de la sustancia
por la luz superior del alma —en el caso de la humanidad obrando
conscientemente. Por lo tanto, es posible definir el esoterismo y su actividad
en términos de luz, pero me abstengo de hacerlo así debido a la imprecisión y
aplicación mística desarrollada hasta ahora por los esoteristas en décadas
pasadas. Si los esoteristas aceptaran, en su forma más simple, el
pronunciamiento de la ciencia moderna de que sustancia y luz son términos
sinónimos, y reconocieran también que la luz que pueden traer para relacionar
con la sustancia (la aplicación de la energía a la fuerza) es igualmente de
naturaleza sustancial, podría hacerse un acercamiento mucho más inteligente. El
esoterista sí trata con luz en sus tres aspectos, pero actualmente es
preferible intentar un acercamiento diferente hasta que —mediante desarrollo,
ensayo y experimento— el esoterista conozca esas triples diferenciaciones en un
sentido práctico y no sólo teórica y místicamente. Tenemos que superar18
algunos de los errores del pasado.
Les he dado muchas otras definiciones en mis diversos libros, y algunas de
ellas fueron bastante simples; ellas pueden portar significado hoy y llegarán a
tener significaciones más abstrusas para ustedes más adelante.
Desafiaría a todos los esoteristas a intentar el acercamiento práctico que
aquí he delineado. Les pediría que vivan vidas redentoras, que desarrollen su
sensibilidad mental innata y que trabajen continuamente con el significado que
se encuentra detrás de todos los asuntos mundiales, nacionales, comunales e
individuales. Si se hace esto, entonces la luz brillará repentina y
acrecentadamente sobre vuestros caminos. Pueden volverse portadores de luz,
sabiendo entonces que “en esa luz verán la Luz” —y también la verán sus
semejantes.
EL SENTIDO ESOTÉRICO 19.
Se me pide que defina más claramente lo que quiero significar por “sentido
esotérico”. Significa esencialmente el poder de vivir y funcionar
subjetivamente, poseer un constante contacto interno con el alma y el mundo en
que se encuentra, y esto debe efectuarse subjetivamente a través del amor,
activamente demostrado; de la sabiduría, constantemente difundida, y de esa
capacidad de incluir e identificarse uno mismo con todo lo que respira y
siente, una de las características sobresalientes de todo verdadero Hijo de
Dios. Por lo tanto, quiero significar que se ha de mantener internamente una actitud
mental que puede orientarse a voluntad en cualquier dirección. Puede Gobernar y
controlar la sensibilidad emocional, no sólo del discípulo mismo, sino también
la de aquellos con quienes entre en contacto. Por la fuerza de su pensamiento
silencioso puede llevar luz y paz a todo. Por medio de ese poder mental puede
sintonizarse con los pensamientos del mundo y el reino de las ideas; puede
discriminar y elegir esos elementos y conceptos mentales que le permitirán,
como trabajador del Plan, influenciar su medio ambiente y revestir los nuevos
ideales con esa materia mental que facilitará el reconocimiento de esos ideales
en el mundo habitual del pensamiento y del vivir cotidianos. Esta actitud
mental capacitará al discípulo para orientarse hacia el mundo de las almas y,
desde ese lugar de elevada inspiración y de luz, descubrir a sus colaboradores,
ponerse en comunicación con ellos y colaborar unidos en el desarrollo de las
divinas intenciones.
Poseer este sentido esotérico es la principal necesidad de los aspirantes
en esta época de la historia mundial. Hasta que los aspirantes hayan captado
esto en alguna medida y puedan utilizarlo, no podrán formar parte del Nuevo
Grupo, ni trabajar como magos blancos, y estas instrucciones continuarán siendo
teóricas y principalmente intelectuales, en lugar de ser prácticas y efectivas.
Para cultivar este sentido esotérico interno es necesaria la meditación, y
una meditación continua, en las primeras etapas de desarrollo; pero a medida
que pasa el tiempo y el hombre crece espiritualmente, dará lugar forzosamente a
una orientación espiritual constante y entonces la meditación diaria, como la
comprendemos ahora, no será ya necesaria. El desapego del hombre por las formas
que utiliza será tan completo que vivirá siempre en el “sitial del Observador”,
y desde ese punto y actitud dirigirá las actividades de la mente, de las
emociones y de las energías, que hacen posible y útil la expresión física.
La primera etapa de este desarrollo y cultivo del sentido esotérico
consiste en mantener una actitud de constante y desapegada observación.
* * *
Breve reseña sobre las Obras de Alice A. Bailey editadas por Fundación
Lucis
INICIACIÓN HUMANA Y SOLAR: Una iniciación es una expansión de conciencia
que lleva a la iluminación y a la revelación. La iniciación es experimentada
por todas las formas de vida, grandes y pequeñas. El trabajo de la Jerarquía
planetaria en sus muchas etapas de Maestría es delineado en este libro y se dan
las Catorce Reglas por medio de las cuales el neófito puede convertirse en un
aspirante al Portal de la Iniciación.
CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA: La ciencia de la meditación como una
técnica de entrenamiento mental es practicada cada vez más en todas partes. La
meditación está relacionada con energía que fluye, cuya naturaleza es
impersonal y ardiente; su peligro potencial, por lo tanto, debería ser
comprendido y eludido, y las prácticas adoptadas deberían ser seguras y
confiables. Este libro expone los factores básicos, generales y específicos,
mostrando el objetivo fundamental de la ciencia de la meditación: el servicio
mundial.
TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO: Este volumen trata de la estructura subyacente
de enseñanza oculta para la era presente y de aquellos vastos procesos cósmicos
reproducidos a través de todas las áreas de vida desde un universo a un átomo.
Una amplia sección del libro realiza una exposición detallada del Fuego Solar,
el Fuego de la Mente, puesto que esta es la energía dominante que debe ser
comprendida y controlada durante este segundo Sistema Solar. Entre otros
valores, el libro provee un compacto delineamiento de un esquema cosmológico,
filosófico y sicológico, por lo que sirve como referencia básica y como libro
de texto.
TRATADO SOBRE MAGIA BLANCA o El Camino del Discípulo: Contiene las Quince
Reglas para la Magia (para el control por el Alma). El Alma, el Mago Blanco, se
manifiesta correctamente a través de sus propios e inherentes poderes
“mágicos”. El hombre es esencial e inherentemente divino. El Alma es el medio
por el cual el género humano desarrolla la conciencia de la divinidad, redime
la materia densa y libera la llama pura del Espíritu de las limitaciones de la
forma.
DISCIPULADO EN LA NUEVA ERA (2 TOMOS): Contienen el archivo de una serie de
Instrucciones personales y grupales dadas a un pequeño grupo de aspirantes por
un Maestro de Sabiduría sobre meditación, iniciación y las seis etapas de que
consta el discipulado. Enfatizan la nueva era, la necesidad pionera del trabajo
grupal, el desarrollo de la conciencia grupal y el cambio del entendimiento
iniciático individual y grupal.
LOS PROBLEMAS DE LA HUMANIDAD: En siete capítulos se trata la esencia de
los problemas de la humanidad. Si bien este libro terminado en 1947 trata los
problemas en consonancia con esos momentos de la humanidad (escritos del
período 1944-1947), aún se encuentran esencialmente vigentes y en este inicio
de milenio se evidencia una analogía entre esa primera parte del siglo pasado y
esta primera parte del presente siglo. La humanidad se enfrenta hoy aún más que
ayer a decisiones fundamentales que determinarán su futuro, el futuro de todos
y de todo. Y dependiendo de los Valores que gobiernen nuestras decisiones, así
será ese futuro. En este libro los factores espirituales y las causas
subjetivas son relacionados con los efectos y apariencias externas de la escena
mundial. Se sugiere un camino: correctas relaciones y buena voluntad basadas en
los valores espirituales.
LA REAPARICIÓN DE CRISTO: Muchas religiones actuales esperan la venida de
un Avatar o Salvador. La segunda venida de Cristo, como Instructor Mundial, es
presentada en este libro como un acontecimiento lógico, práctico e inminente en
la continuidad de la revelación divina a través de las eras. El Cristo
pertenece a todo el género humano; Él puede ser conocido y comprendido como “la
misma gran Identidad en todas las religiones mundiales”.
EL DESTINO DE LAS NACIONES: Una nación es una entidad espiritual evolutiva
sujeta, tal como el hombre lo está, al impacto de las energías. Esas energías
que influyen sobre la conciencia nacional alentando el reconocimiento del
destino del alma nacional y la cooperación con el proceso evolutivo. El destino
espiritual de muchas naciones con la predisposición de sus almas y las
influencias de sus personalidades son tratados en este libro.
GLAMOUR, Un problema Mundial: El glamour mundial, suma total de la
ignorancia, el temor y la avaricia humanos, puede disiparse a través del claro
e incluyente pensamiento de aquellos en quienes el principio alma (principio
crístico) está despertando. El glamour o espejismo es el resultado de un foco
emocional negativo; su disipación depende del “pensamiento iluminado”. Este
libro, ESPEJISMO en ediciones anteriores, es un libro práctico para un
discípulo dispuesto a enfrentar en sí mismo todo glamour (espejismo) e ilusión
para lograr “que todos avancemos hacia una mayor luz y comprensión...”
TELEPATÍA Y EL VEHÍCULO ETÉRICO: La base científica para el ideal
ampliamente aceptado de la “fraternidad del hombre” descansa sobre el hecho de
la existencia de la trama etérica –o energía-, estructura subyacente en todas
las formas de todos los reinos del planeta. Es esta subyacente unidad la que
provee las condiciones para la intercomunicación en todos los niveles de
conciencia y crea así la posibilidad de la impresión simultánea en amplia
escala por una corriente de energía con el delineamiento del Plan.
LA EDUCACIÓN EN LA NUEVA ERA: La educación debería ser un proceso continuo
desde el nacimiento hasta la muerte. Es esencialmente un proceso que conduce a
la reconciliación del hombre y los elementos divinos constitutivos del ser
humano. Las correctas relaciones entre Dios y el hombre, el espíritu y la
materia, el Todo y Sus partes, debería ser el objetivo de las principales
técnicas educativas.
LA EXTERIORIZACIÓN DE LA JERARQUÍA: Expone la interdependencia entre todos
los estados de conciencia y reinos de la naturaleza dentro del planeta. Muestra
la interacción entre la Humanidad, la Jerarquía y Shamballa y deja traslucir
las esencialidades del Plan y del Propósito que influyen en los acontecimientos
humanos. El proceso de exteriorización de algunos ashramas de la Jerarquía y
los efectos prácticos del mismo son desarrollados en detalle.
TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS: Cinco tomos han sido escritos bajo este
amplio título, basados en el hecho, la naturaleza, la cualidad y la interacción
de las siete corrientes de energías que penetran nuestro Sistema Solar, en
nuestro planeta y en todo lo que vive y se mueve en ellos.
TOMOS I Y II “SICOLOGÍA ESOTÉRICA”: Estos dos volúmenes tratan extensamente
de la estructura sicológica de un ser humano, como la Vida, la cualidad y la
apariencia de una encarnante y evolucionante entidad espiritual. También
relatan las circunstancias de la sicología humana bajo las condiciones
mundiales y sus posibilidades futuras.
TOMO III “ASTROLOGÍA ESOTÉRICA”: La ciencia de la astrología esotérica está
destinada a ser la ciencia oculta básica del futuro. La astrología se describe
en este libro como “la ciencia de las relaciones”, una ciencia que trata con
aquellas fuerzas y energías condicionantes que pasan a través y sobre el entero
campo del espacio y de todo lo que se encuentra en él.
TOMO IV “CURACIÓN ESOTÉRICA: La curación es una ciencia exigente y
rigurosa. La curación esotérica es igualmente científica y está basada sobre
cierto número de requisitos que incluyen el conocimiento de la constitución del
hombre como un ser espiritual y de la anatomía y biología de su forma física.
En este libro son descritas las técnicas de curación de los Siete Rayos; se
tratan las leyes y reglas de curación; se muestran las causas básicas de la
enfermedad y se dan en detalle los requerimientos para la curación.
TOMO V “LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES”: La primera parte de este tomo
contiene las Catorce Reglas para la Iniciación Grupal, las cuales son una
extensión de las enseñanzas dadas en Iniciación Humana y Solar en las Catorce
Reglas para los postulantes a la Iniciación. La segunda parte del libro está
relacionada con las nueve iniciaciones mediante las cuales el discípulo
progresivamente se libera a sí mismo de las diferentes formas de nuestra vida
planetaria. La posibilidad de la iniciación grupal es un acontecimiento de la
era presente; este libro pone el énfasis en el crecimiento de la idea grupal,
el servicio grupal, la responsabilidad grupal y la absorción grupal en el
centro llamado Jerarquía.
LA CONCIENCIA DEL ÁTOMO: En esta serie de conferencias de Alice Ann Bailey
se expone la relación científica entre la materia y la conciencia como una
evolución que afecta progresivamente la sustancia atómica de todas las formas.
El “átomo” emerge como una miniatura, pero a la vez como una réplica completa
de la estructura energética común a todas las formas de vida: cósmica,
planetaria, humana y subhumana.
EL ALMA Y SU MECANISMO: El Alma trabaja a través del mecanismo de la triple
personalidad. El método por el cual el alma y los vehículos de la personalidad
interactúan y funcionan juntos es presentado en este volumen; y también la
forma en que la constitución del hombre como una totalidad y en sus partes
componentes responde al impacto de una conciencia evolucionante.
DEL INTELECTO A LA INTUICIÓN: El desarrollo del intelecto, si bien es
necesario, es un medio para un fin. El intelecto deberá convertirse en un medio
de penetración dentro de una nueva dimensión del pensamiento y la conciencia, y
un despertar a la facultad intuitiva de la razón pura. A través de la
meditación ocultista se elimina la brecha entre la triple mente y la intuición.
DE BELÉN AL CALVARIO: La experiencia de la vida del Maestro Jesús,
incluyendo la Crucifixión y la Gran Renunciación, se refleja en la experiencia
de la vida de todos los seres humanos. Podemos conocer y cooperar
conscientemente en el camino que lleva desde el lugar del nacimiento espiritual
hasta el sitio de la renunciación y la resurrección.
LA LUZ DEL ALMA: Este volumen es una paráfrasis original con comentarios de
los Yoga Sutras de Patanjali. Los Yoga Sutras son de origen antiguo, reducidos
por primera vez a la escritura por Patanjali, quien es considerado el fundador
de la Escuela de Raja Yoga. El control de la mente y su iluminación por el Alma
son logrados a través de la práctica del Raja Yoga.
LA AUTOBIOGRAFÍA INCONCLUSA: A pesar de que su muerte en 1949 impidió la
conclusión de este libro, la historia acerca de la vida de la autora emerge lo
suficiente como para mostrar su paso desde el camino del evangelismo cristiano
a la práctica de la ciencia del esoterismo, tema sobre el cual escribió, leyó y
fue instructora.
LOS TRABAJOS DE HÉRCULES: La aceptación de dogmas impuestos está cediendo
su lugar a la experimentación; y la divina autodeterminación, basada en la
realización de la unidad con la Vida en la cual vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro ser, está tomando el lugar de la credulidad y la superstición. La
simbología de las dramáticas experiencias de Hércules es un ejemplo de cómo
superar las pruebas y experimentos, derrotas y logros de la vida, tal como él
lo hizo hace centurias al dirigirse a la misma meta hacia la cual nosotros nos
dirigimos hoy, como aspirantes en el Camino del Discipulado. Cada trabajo representa
una prueba que el aspirante debe superar, de acuerdo a la energía y
particularidades de cada signo, en forma práctica.
EL PROBLEMA SEXUAL: Este tema de continua actualidad se presenta como de
controvertido abordaje, y ello por tres motivos: 1º Los prejuicios existentes;
2º Lo primitivo del impulso sexual, como uno de los instintos sustanciales; 3º
El ocultamiento de la problemática sexual debido al carácter íntimo del tema,
en lugar de considerarla como un importante aspecto junto a otros que integran
la personalidad. En una línea ascendente se considera el origen y extensión del
problema, sus definiciones, su desarrollo en la Nueva Era y el sexo y el
discipulado.
Recopilaciones de los Libros de A.A.B.:
Las compilaciones de los libros que siguen son producto de la colaboración
de diversos estudiantes y grupos de servidores, y responden a la sugerencia del
Maestro El Tibetano que dice:
“... en todos mis escritos he diseminado, durante años, un cúmulo de
información que debe ser recopilada y reunida como base para instruir a los
discípulos que se entrenan para una iniciación.”
EL SEXO: En este libro se encuentran recopiladas todas las enseñanzas del
Maestro Tibetano acerca del tópico del sexo, tema que plantea tantos
interrogantes a los aspirantes de hoy. El abordaje de este estudio es amplio,
contemplando al microcosmos (el hombre) y al macrocosmos (la creación), su
interrelación y correspondencia. Como el Maestro Tibetano dice: “... Estoy
tratando el tema en su totalidad y mi tópico, por lo tanto, se refiere a la
amenaza de la actual actitud, a la necesidad de una mayor comprensión y a la
importancia de reordenar las ideas de los hombres con respecto a este asunto
vital”.
LA MUERTE, LA GRAN AVENTURA: Es a través de catorce proposiciones iniciales,
desarrolladas luego en sendos capítulos, que se elucida este acontecimiento
inherente a la naturaleza de la forma. El temor a la muerte no es más que la
identificación con la forma, la conciencia del Alma es un eterno presente;
desde esta perspectiva es a partir de donde podemos encarar la muerte como una
aventura para la cual debemos prepararnos. Así podremos afirmar: “Resurrección
es la nota clave de la naturaleza, pero no la muerte. La muerte es la
antecámara de la resurrección”.
EL ALMA, LA CUALIDAD DE LA VIDA: En este libro se compendia un tesoro de
conocimientos acerca de la entidad que llamamos Alma, el vínculo entre el
espíritu y la materia. Son estudiadas sus características, relaciones,
principios, métodos, propósitos y revelación última. El Alma, micro cósmica y macro
cósmica, humana y universal, es explorada y expuesta desde su nacimiento hasta
su liberación final. Como El Tibetano asegura “nada debajo del cielo puede
detener el progreso del alma humana en su largo peregrinaje desde la oscuridad
a la luz, desde lo irreal a lo real, desde la muerte a la inmortalidad y desde
la ignorancia a la sabiduría”.
REFLEXIONEN SOBRE ESTO: “En todos mis escritos he diseminado durante años
un cúmulo de información que debe ser recopilada y reunida, como base para
instruir a los discípulos que se entrenan para una iniciación” (Tratado sobre
los Siete Rayos, Tomo V). Esta recopilación es una tentativa en esa dirección.
Mucha es la enseñanza contenida en las citas, pero la idea es estimular el
interés del estudiante sobre el tema para que se remita a los libros para
ampliar, en su propio contexto y detalle, su investigación.
SIRVIENDO A LA HUMANIDAD: Contiene vitales instrucciones para aquellos que
reconocen que el servicio a la humanidad es urgente y el paso inicial necesario
e inevitable hacia el infinito. Como indica El Tibetano: “el verdadero servicio
es la emanación espontánea de un corazón amoroso y de una mente inteligente, el
resultado de hallarse en el lugar correspondiente y permanecer en él; el producto
de la inevitable afluencia de la fuerza espiritual y no de la intensa actividad
en el plano físico, es el efecto del hombre cuando expresa lo que en realidad
es, un divino Hijo de Dios, y no el efecto estudiado de sus palabras o actos”.
EL NUEVO GRUPO DE SERVIDORES DEL MUNDO: Este ejemplar es la compilación de
todo lo referente al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo; su origen, historia,
composición, cualidades y misión.
EL REINO VEGETAL: En este volumen se compiló lo relacionado con el Reino
Vegetal de los libros de Alice Ann Bailey. Las cualidades y características,
los planetas y rayos relacionados. El problema del suelo, la enfermedad y la
muerte. Los elementos, los constructores, los devas.
EL ANTAKARANA: Como las otras recopilaciones de los libros de Alice Ann
Bailey, El Antakarana es un libro de citas. Requiere del lector una profunda
atención interna que, oportunamente, le permitirá penetrar en las ideas
simiente de las enseñanzas trascritas en la serie de libros que la Jerarquía
espiritual presentó a la humanidad a través de Alice Ann Bailey. En este libro
se encuentra la enseñanza dada sobre el hilo de la conciencia o puente
antakarana. Consiste en la construcción individual y grupal del Puente, tarea
primordial del discípulo, que otorgará continuidad a la Conciencia reconociendo
así la existente Continuidad de Vida. El valor de la simbología implicada sólo
puede ser descubierto por el discípulo con decidida aspiración y firme
determinación para perseverar en la tarea de reconocer en conciencia la Vida
Una.
La Gran Invocación
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres.
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
Esta Invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo especial.
Pertenece a la humanidad.
La belleza y la potencia de esta Invocación reside en su sencillez y en que
expresa ciertas verdades esenciales que todos los seres humanos aceptan innata
y normalmente: la verdad de la existencia de una Inteligencia básica a la que
vagamente damos el nombre de Dios; la verdad de que detrás de las apariencias
externas, el Amor es el poder motivador del Universo; la verdad de que vino a
la tierra una gran Individualidad llamada Cristo por los cristianos, que
encarnó ese Amor para que pudiéramos comprenderlo; la verdad de que el Amor y
la Inteligencia son efectos de la Voluntad de Dios, y finalmente de que el Plan
Divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.
Obras de Alice A. Bailey editadas
por Fundación Lucis, Buenos Aires, Argentina.
1. Iniciación Humana y Solar
2. Cartas sobre Meditación Ocultista
3. Tratado sobre Fuego Cósmico
4. Tratado sobre Magia Blanca o El Camino del Discípulo
5. Discipulado en la Nueva Era — Tomo I
6. Discipulado en la Nueva Era — Tomo II
7. Los Problemas de la Humanidad
8. La Reaparición del Cristo
9. El Destino de las Naciones
10. Glamour, Un Problema Mundial
11. Telepatía y el Vehículo Etérico
12. La Educación en la Nueva Era
13. La Exteriorización de la Jerarquía
14. Sicología Esotérica - Tratado sobre los Siete Rayos Tomo I
15. Sicología Esotérica - Tratado sobre los Siete Rayos Tomo II
16. Astrología Esotérica - Tratado sobre los Siete Rayos Tomo III
17. Curación Esotérica - Tratado sobre los Siete Rayos Tomo IV
18. Los Rayos y las Iniciaciones - Tratado sobre los Siete Rayos Tomo V
19. La Conciencia del Átomo
20. El Alma y su Mecanismo
21. Del Intelecto a la Intuición
22. De Belén al Calvario
23. La Luz del Alma
24. La Autobiografía Inconclusa
25. Los Trabajos de Hércules
26. El Problema Sexual
27. El Sexo (Recopilación)
28. La Muerte, La Gran Aventura (Recopilación)
29. El Alma, la Cualidad de la Vida (Recopilación)
30. Reflexionen sobre Esto (Recopilación)
31. Sirviendo a la Humanidad (Recopilación)
32. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (Recopilación)
33. El Reino Vegetal (Recopilación)
34. El Antakarana (Recopilación)
1skeleton.
2blending.
3ya a fines del siglo XX se estaba trabajando con aparatos médicos con
irradiaciones y magnetismo.
4touch upon.
5thought-provoking.
6sets up.
7Nota editorial: Más tarde, el Tibetano y A. A. B. decidieron publicar
estas Reglas en un volumen V del Tratado sobre los Siete Rayos.
8Tratado sobre los Siete Rayos Tº II, Sicología Esotérica. de A.A.B.
9Tratado sobre los Siete Rayos, Tº II, Sicología Esotérica. de A.A.B.
10Tratado sobre Magia Blanca (o “El camino del Discípulo”) de A.A.B.
11Tratado sobre Magia Blanca (o “El camino del Discípulo”) de A.A.B.
12Tratado sobre Magia Blanca de A.A.B.
13La Educación en la Nueva Era, A.A.B.
14network
15web
16Tratado sobre Magia Blanca, pp. 327-356; Tratado sobre los Siete Rayos,
Tomo II (Sicología Esotérica), pp. 519-614.
17grounding: también “conectando a tierra”, como fuera traducido en un
párrafo anterior. (N. de los T.).
18live down: también “superar la vergüenza”, “sobreponerse”, “borrar del
pasado”; y literalmente, “live”: vivir; “down”: bajo. (N. de los T.).
19Tratado sobre Magia Blanca.
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