Capítulo V Soledad


Material compilado únicamente para las Adicciones sin fines de Lucro.

Ansiedades que perjudican.
CECIL A. POOLE.

 

Capítulo V

Soledad

De todas las ansiedades que perjudican nuestra vida, posiblemente las más difíciles de soportar son aquellas que no podemos comprender fácilmente. En realidad no hay una explicación satisfactoria para las presiones que existen en la mente de muchas personas y que son causadas por varios factores, ya sean externos o internos. En parte, la explicación de este estado se puede encontrar, lo mismo que otras muchas cosas, en la clase de vida que hemos vivido hasta ahora.

 Nacemos en un mundo físico y en la actualidad la mayoría de las personas han estado casi toda su vida absortas en lo físico, por decirlo así. Los valores materiales, ganarse la vida, tratar con otras personas de una manera física o material, nos ha hecho hasta cierto grado materialistas.

 Siendo así, en cierto modo nos hemos alejado de nuestras actividades mentales. Por lo tanto, los problemas que nos acosan y que son esencialmente de origen mental, en realidad son ajenos a nosotros. No estamos educados ni tenemos la experiencia para enfrentarnos a las funciones de la vida que están catalogadas como mentales o psíquicas.

 Cuanto más lleguemos a estar conscientes del hecho de que los verdaderos valores del universo están fuera de lo físico, más podremos adaptarnos a los cambios en los conceptos y puntos de vista mentales. Cuando podamos separar en nuestra manera de pensar, las cosas que son de origen mental de las que son de origen físico, habremos dado un paso muy importante en la solución de los problemas que acosan nuestro diario vivir.

 Hay tantas ansiedades que afectan a muchas personas que es imposible tratarlas todas en este libro, pero las más comunes, y que se están discutiendo aquí, son las que están generalmente relacionadas con la perspectiva mental del individuo. Lo esencial para todos es que necesitamos un mayor desarrollo de nuestras funciones psíquicas y mentales para que estén a la par del desarrollo que hemos logrado en el mundo físico y la filosofía materialista con la que tratamos.

 La soledad es un problema que tiene que ver con la preocupación mental del individuo. En el mundo moderno en que vivimos y en donde el transporte y los medios de comunicación, así como los nuevos métodos para ponernos en contacto con otras personas se están planeando y perfeccionando constantemente, parecería que la comunicación entre los seres humanos que resulta de todo esto, produciría cada vez menos soledad a la gente. Esta conclusión es sólo una suposición y parece ser una utopía. Muchos han tenido la experiencia de sentirse solos aun estando en los lugares más poblados y rodeados de mucha gente. Desde el punto de vista de un análisis general, su medio ambiente sería precisamente lo contrario de aquello que se supone conduciría a un estado de soledad.

 A través de la experiencia, casi todos se han dado cuenta que la soledad no depende completamente del medio ambiente. Muchos otros factores contribuyen a que exista la soledad. Una persona puede sentirse sola entre una multitud y al contrario, no sentirse sola cuando se encuentra a muchos kilómetros de otros seres humanos. Sería muy difícil definir la soledad porque una persona no puede limitar un sentimiento abstracto, un sentimiento basado en parte en las emociones, a la frialdad exacta de las palabras. Como ya indiqué, la soledad aparentemente es una reacción que existe aunque muchos otros seres estén cerca, aun personas con quien estamos más o menos familiarizados. Hasta cierto punto, la soledad está dentro del individuo. Sin embargo no puedo estar de acuerdo en que es una función o una manifestación del verdadero ser interno del individuo. Más bien es parte de la actividad mental objetiva del ser humano, la cual debida a la manera de pensar del individuo y aunada a una serie de circunstancias o condiciones, lo coloca mentalmente en una posición aislada.

 Frecuentemente la soledad está acompañada de otras sensaciones y emociones. Estas emociones podrían ser el dolor o la sensación de carecer de algo que podría hacer más completa toda nuestra existencia. De vez en cuando se podría manifestar como un pensamiento externo o aflicción. Por lo tanto, reconocemos que la soledad en sí es muy compleja, un estado que afecta todas las reacciones emocionales del ser humano creando en el individuo una inhibición que es difícil de romper en proporción directa al tiempo que ha existido. Por lo tanto, es un estado estrictamente negativo porque hace que el individuo se aparte del contacto y las actividades sociales normales del medio ambiente en el que se desenvuelve.

Sin embargo, el medio ambiente por sí mismo no crea soledad. Ésta es creada en cierta forma, por el punto de vista o la actitud mental del individuo que experimenta la sensación de soledad. Puede ser el resultado de muchos factores que contribuyen a ella. Con frecuencia es el resultado de no estar en contacto físico con quienes consideramos nuestros amigos, ni con las condiciones con las que estamos normalmente familiarizados. La pérdida en una u otra forma, del contacto directo que normalmente hemos tenido con algunas personas y lugares, frecuentemente es el primer paso hacia la soledad, pero no necesariamente la causa definitiva.

 Aunque lo contrario puede parecer verdadero, la soledad no siempre se basa en la emoción del amor o en la falta de aquello que se ama. Es posible que alguien se sienta solo cuando está separado de los lugares y personas que no le interesan de una manera especial, pero con los cuales está acostumbrado a tratar y relacionarse. Por lo tanto, si usted está solo, primero debe analizarse y analizar su forma de pensar, antes de atribuir la causa de su soledad al medio ambiente o a la falta de compañeros.

Si usted está en un medio ambiente nuevo debe recordar que es usted y no el medio, quien debe tomar la iniciativa para lograr nuevos intereses y relaciones. El medio ambiente probablemente permanecerá igual, pero usted puede cambiar. Debe decidirse a salir de sí mismo, negarse a permitir que su actitud mental cree la sensación de abatimiento o cualquier otra actividad mental que tienda al pesimismo y al dolor.

 Si es compañía lo que busca, póngase en contacto con organizaciones que ofrecen esa compañía. Esto le ayudará a obtener contacto con otros seres humanos. Si hay un lugar o una condición que a usted le gustaría que formara parte de su medio ambiente, trate de encontrar ese lugar, búsquelo. Descubra dónde están las condiciones que a usted le gustan y disfrute de la mejor manera posible de los privilegios que ellas ofrecen.

Tenga siempre en cuenta que la soledad no tiene que ser una condición física en sí. Han habido seres humanos que han vivido solos la mayor parte de su vida, en lo que concierne al contacto físico, y que sin embargo pocas veces se han sentido solitarios. Su alegría de vivir proviene de lo que ellos están haciendo y de los ideales que se han forjado. No están solos porque tienen un gran caudal de conocimientos y un propósito por el cual esforzarse. Ellos se han dado cuenta que en su interior está el alma, que es el verdadero ser y que no es un punto separado e independiente en el universo, sino una parte de todas las demás almas y una parte del creador.

 Estos individuos encuentran satisfacción y felicidad en la comprensión de esta fuerza en su interior, en vivir en contacto y armonía con las fuerzas más elevadas del universo y con toda la humanidad. Por lo tanto, la soledad es sólo un punto de vista, una creación mental, que está profundamente arraigada en la conciencia. La soledad se manifiesta de la misma manera que un hábito que encontramos difícil de romper, es decir, molestándonos para tratar de perturbar muestro raciocinio y nuestra dependencia en la fuerza de nuestro ser interno.

 De acuerdo a los comentarios previos podría parecer que la soledad es un estado completamente negativo que existe la actividad mental y emocional del individuo se encuentra en su nivel más bajo y cuando verdaderamente siente lástima de sí mismo. En realidad, la soledad no siempre es negativa, puede ser también productiva. Hay ocasiones en que los sentidos del individuo se agudizan cuando sus actividades concernientes a la actividad mental, son estimuladas por la soledad.

Ciertos tipos de trabajo creativo se hacen mejor cuando se está completamente solo. Más aún, la agudización de los sentidos debido al interés del individuo acerca de su experiencia cuando no está en contacto con otros, hace que las facultades mentales se agudicen y sea más sensible a las actividades y fenómenos a su alrededor.

 Probablemente Henri Nouwen expresó esto mejor que nadie cuando dijo: “La experiencia de una gran belleza siempre permanece misteriosamente vinculada a la experiencia de una gran soledad”. Por lo tanto, no debemos pensar siempre que la soledad es una experiencia negativa que nos separa del resto del mundo. Hay varias ocasiones en que la soledad es una condición positiva y tiene un definido efecto constructivo sobre nosotros, física, mental y espiritualmente.

 Es importante separar en nuestra mente la diferencia entre soledad y aislamiento. Para ilustrar este punto me gustaría citar a Samuel Terrien. “La Soledad es la negación del ser, mientras que el aislamiento es un requisito previo para el descubrimiento del ser. La soledad es un síntoma de atrofia, mientras que el aislamiento es necesario para el desarrollo interno. Nunca debemos evitar estar solos algunas veces, ya que únicamente estando solos reflexionamos acerca de la existencia y recibimos energía. La soledad es una derrota, pero el aislamiento es un triunfo porque brinda la oportunidad de lograr un carácter maduro y responsabilidad social”.

 La soledad, en tal caso, es simplemente una reacción emocional, pero el aislamiento es una oportunidad para el desarrollo de nuestra conciencia del alma. La soledad se puede convertir en un estado negativo debido a las circunstancias descritas. El aislamiento es un estado que debe cultivarse. Sin embargo, si se lleva al extremo, podría por supuesto, traer como resultado la soledad; pero por sí solo, practicado con discernimiento y moderación, es la clave, como se afirmó anteriormente, para el descubrimiento del ser y una medida necesaria para un desarrollo y una evolución adecuados.

 Podemos estar solos y solitarios o podemos estar solos en aislamiento y aumentar la comprensión de nosotros mismos. Desarrollar la conciencia del ser, del verdadero ser interno, es un primer paso muy importante para readaptarnos mentalmente, para que podamos hasta cierto punto superar la sensación de incapacidad que frecuentemente se asocia con la soledad.

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