LLAMADO A UN ACTO DE SERVICIO UNIDO.
LLAMADO A UN ACTO DE SERVICIO UNIDO.
Fuente:
La Exteriorización
de la Jerarquía.
Alice A. Bailey.
Fundación Lucis.
Esta
civilización será una combinación de lo mejor y lo nuevo que se ha producido hasta
ahora y, sin embargo, débilmente presentido por los mejores pensadores del
mundo. La marea debe cambiarse a favor de lo que llamamos justicia.
Actualmente
los Maestros de Sabiduría no disponen de tiempo para realizar Ellos mismos la
tarea; están abrumados, combatiendo a las fuerzas del materialismo, activas en
todos los países. Los Maestros de Sabiduría están activos disipando la depresión
y el terror que abruma hoy a todos Sus Trabajadores en la palestra del mundo,
los cuales luchan por permanecer firmes bajo el terrible impacto del pensamiento
erróneo y de la desesperación mundial; estos trabajadores son también sensibles
(debido a su etapa de desarrollo integrado) a la agonía de la mente, la tensión
de la emoción y las devastaciones del dolor físico, sentidas por todos aquellos
sobre quienes la pandemia ha infligido sus efectos dolorosos y aplicado la
mano del sufrimiento. Tal sensibilidad y
respuesta afín, son susceptibles de producir un estado de negatividad y preocupación
psíquica, por la situación inmediata entre todos los trabajadores, haciéndolos
sordos al llamado de su verdadero deber, o si no propenden a ofuscarse por el
dual esfuerzo de prestar servicio eficaz y, al mismo tiempo, luchar contra las
reacciones emocionales. Por lo tanto, la capacidad del trabajador de responder
a las voces internas y servir en forma desapasionada y altruista, es seriamente
obstaculizada.
Insto
a todos los trabajadores y miembros del nuevo grupo de servidores del mundo a
abandonar sus problemas personales. Este es un movimiento de crisis, y tales
problemas deben ser resueltos mediante el total auto-olvido. Les pido
nuevamente que trabajen con renovado ardor en el servicio gozoso olvidando
pasadas debilidades y fracasos ante la urgencia de realizar para el mundo lo
que les pido.
El servicio prestado se ha hecho últimamente con muy poco gozo.
Al expresarme así, no me refiero a la felicidad, que es una reacción de la
personalidad, sino a esa gozosa
confianza en la ley y en la Jerarquía que subyace en las palabras bíblicas
"El gozo del Señor es nuestra fortaleza", "Levántate y lucha,
Arjuna", conservando intacta la llama del amor, no permitiendo que ningún
aliento de odio perturbe la serenidad del amor ni quebrante ese aplomo interno
que les permitirá emitir la clarinada de la comprensión mundial, que reunirá a
todos los hombres y mujeres de buena voluntad en ayuda de la Jerarquía. Esto
terminará con todo odio, separatividad y agresión, los tres pecados principales
de la humanidad. Todos los hombres odiaron; todos los hombres fueron
separatistas, tanto en pensamiento como en acción; todos fueron y muchos lo
siguen siendo, materialistas, orgullosos y deseosos de obtener lo que no les
pertenece por derecho. Este espíritu posesivo no es característico de ningún
grupo; fue un defecto universal y general, y ha producido la actual situación
económica desastrosa, precipitando al mundo al odio y a la crueldad.
El Espíritu de Paz se cierne
cerca de la humanidad, esperando la oportunidad de hacer sentir Su Presencia.
El Espíritu de Paz no es un concepto abstracto, sino una potente
Individualidad, y maneja fuerzas que hasta ahora no le son familiares a nuestro
planeta. Grandes Fuerzas esperan la hora en que puedan funcionar como
Liberadores y libertadores del género humano. Pero la puerta por la que
entrarán debe ser abierta por la humanidad y lo será mediante un acto unido de
la voluntad, expresado por alguna fórmula de palabras y por el sonido. Se llevará
a cabo por la actividad simultánea de los hombres y mujeres de buena voluntad y
por los aspirantes y discípulos del mundo. La puerta no será abierta sino por
un acto de invocación, respaldado por la voluntad enfocada. Es esencial la
determinación dirigida del hombre o grupo, que emplea la fórmula, plegaria o
invocación sugerida.
Les
pediría que lleguen a tantas personas como puedan, por medio de todo canal
disponible, e inicien, si es posible, una actividad definida en la próxima Luna
llena para hacer dos grandes llamados a las Fuerzas de la Paz y de la Luz, a
fin de que ayuden a la humanidad. Les pediría que se pongan en contacto con
dirigentes y trabajadores -importantes o no- en todos los países, pidiéndoles
asociarse a su manera y con su propia gente, y hacerlo en la mayor escala posible.
Los tiempos están maduros para responder a estas ideas; el dolor y la
angustia del mundo abrirán los corazones y los bolsillos. La idea de una demanda
y el llamado a la plegaria y a la invocación del Príncipe de la Paz, tendrá el
poder de evocar la reacción deseada, y servirá también para fusionar en una
unidad más estrecha a todos los que reconocen el trabajo que la Jerarquía trata
de realizar. Les pediría que soliciten ayuda en todas partes y que permitan que
estas ideas se desarrollen en el mundo sobre una base útil y oportuna. Exhorten
a todos los que conocen, pues por su intermedio se puede llegar a millones de
personas e impelerlas a iniciar la actividad deseada.
A aquellos de ustedes que pueden valorar y utilizar la Gran Invocación, les
sugeriría un empleo renovado y fervoroso. Sin embargo podría sugerirse como
alternativa la invocación siguiente:
"Oh Señor de Luz y
Amor, ven y gobierna al mundo.
Que el Príncipe de la
Paz aparezca y ponga fin a las guerras de las naciones.
Que el reinado de la
Luz, el Amor y la Justicia comience.
Que haya paz en la
Tierra y que empiece en nosotros mismos.
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